El Castillo de Escamilla está situado en la población homónima de la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha).
Fue
construido en la parte alta de la localidad en época andalusí como
defensa de las vegas del Tajo y el Guadiela, y reconstruido entre
finales del siglo XIV y comienzos del siglo XV como palacio señorial.
El aspecto actual del castillo de Escamilla es resultado de una
reconstrucción y adaptación como castillo-palacio en el siglo XIV.
El original, data del siglo IX como defensa de las vegas del Tajo y
el Guadiela, entre las que se encuentra Escamilla.
A
finales del siglo XIV la villa era propiedad de Contesina de Luna,
que se la cambió a Enrique Enríquez de Mendoza por el castillo de
Alba de Liste, en Losacino (actualmente en la provincia de Zamora).
El castillo fue acondicionado como residencia temporal por su hermano
Álvaro de Luna. En 1490 Contesina de Luna vendió la villa de
Escamilla a Pedro Gómez Manrique, su hijastro, que lo incorporó a
su mayorazgo, y Álvaro de Luna, después de varios pleitos, se vio
obligado a venderle también el castillo.
En
1498 la villa y el castillo fueron vendidos por Pedro Gómez Manrique
a Juan de Silva y Meneses, conde de Cifuentes, aunque no pudio tomar
posesión de ellos hasta 1508, tiempo cuando inicia la rehabilitación
definitiva del castillo siguiendo las trazas góticas. Desde
entonces, estuvo habitado como residencia temporal por los condes de
Cifuentes hasta el siglo XVII. Quedó en completo abandono tras la
Guerra de Sucesión Española, aunque en el inacabado Diccionario
Geográfico-Histórico de España de Tomás López se afirma que en
1786 todavía era habitable, si bien con el tiempo fue quedando en
ruinas.
El
castillo tiene planta cuadrada y tres torres circulares en las
esquinas y la torre del homenaje cuadrada orientada al sur. Está
construido en piedra sillar caliza, aprovechada en buena parte
seguramente del desmantelamiento parcial de las murallas. No posee
barbacana, aunque entre la torre del homenaje y la occidental, de
mayor tamaño que las otras dos, entre las que se abre la puerta de
entrada, existía un muro exterior, con entrada junto a la torre del
homenaje, previa al muro principal del castillo en forma de sistema
de control de acceso. La Torre del Homenaje fue rehecha en épocas
posteriores para ser adaptada como palomar. El estado del castillo es
de ruina progresiva y es usado actualmente como nave agropecuaria.
Fuente: Castillos del Olvido
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