El Castillo de Llutxent, también conocido como Palau de Llutxent o Palacio de los Próxita, está ubicado en el casco urbano de la población de Llutxent (Luchente, en castellano), en la comarca del Valle de Albaida de la provincia de Valencia (Comunidad Valenciana).
Jaime I de Aragón donó el pueblo de Llutxent a Don Juan de Próxita en el año 1277, y fueron sus sucesores los que erigieron el castillo, de ahí uno de sus nombres que hace referencia a esta familia noble. Se considera que este castillo data del primer tercio del siglo XIV, siendo el estilo arquitectónico empleado el gótico para su construcción. Fue construido en la parte alta de la población (aunque hoy está prácticamente dentro del casco urbano) con objeto de controlar la entrada al Valle de Albaida desde la costa.
Pero más tarde su construcción fue adaptándose a otros usos, sobre todo al iniciarse largos periodos de paz y estabilidad en la zona. En el año 1487 el castillo fue vendido a Pedro Maza de Lizana, quien con el tiempo inicia una nueva remodelación que transformará el castollo original en un verdadero palacio, y lo usó como un centro de vida señorial, económica y administrativa, que llegó a ser la residencia de los barones de Llutxent. Se reforma sustancialmente el aspecto interior del edificio y se añaden nuevas estancias, incorporándole nuevos elementos decorativos más acordes con los gustos de la época.
Al morir Brianda de Maza sin sucesión, la baronía pasó a manos de Ramón Lladró, señor de Castalla. En el año 1575 se hizo cargo de ella Pedro Maza Lladró, marqués de Terranova y primer duque de Mandas. Perteneció luego a los Marqueses de Dos Aguas, quienes lo vendieron a finales del siglo XIX. Finalmente se hizo con él el Ayuntamiento de la localidad, quien tras unas remodelaciones y rehabilitaciones internas lo inauguraron a finales del año 2010 como lugar destinado a actos culturales y a visitas teatralizadas sobre la historia del mismo.
El
castillo es de planta cuadrada, con cuatro torres adosadas a las
esquinas. El patio interior es el punto central de la construcción,
presentando el mismo dos alturas. La fachada destaca por la presencia
de dos torres, rematadas con almenas cerradas, lo cual otorga
diferentes alturas, así como la superposición de otra obra
posterior rematada del mismo modo.
Los muros son de tapial y los forjados están conformados en la planta baja por bóvedas y en las plantas superiores por artesonados de madera. La disposición de las aspilleras, así como mechinales y huecos de paso en los muros de tapial confirman su utilización como fortaleza. Durante los siglos XIV y XV deja de tener sentido el uso de fortaleza y se realizan entonces una serie de reformas encaminadas a su transformación como residencia palaciega, dejando de tener uso las aspilleras, que quedan impracticables, y en algunos casos fueron tapadas.
En las fachadas sur y oeste, se abren grandes ventanales góticos, trilobulados y construidos con sillares. Las torres también tienen ventanales, aunque de dimensiones más reducidas que los anteriores y enmarcados en arcos conopiales, decorados con motivos geométricos en el intradós. En el muro posterior encontramos una serie de almenas cegadas con arcos de medio punto que igualmente sostendrían la techumbre. La entrada al edificio se realiza a través de un arco de medio punto adovelado, en cuyo interior encontramos un arco rebajado, que conservan señales de los anclajes a las puertas.
El castillo tiene un amplio patio central, alrededor del cual se estructuran el resto de las dependencias. Destacan los restos del aljibe que se observan en la parte izquierda. A la planta principal, o noble, se accede mediante unas escaleras y galería cubierta, de la cual se conservan dos columnas de fuste octogonal, típicas del gótico mediterráneo.
Por los restos se puede afirmar que en la parte occidental del castillo había antiguamente un gran salóm con artesonados, del que sólo se conservan algunas vigas decoradas con pinturas descubiertas recientemente, y que se encuentran en fase de investigación, al igual que las pinturas decorativas de los muros de uno de los salones de la planta noble. La planta baja debía estar destinada a diversos servicios, como dependencias para guardar herramientas de trabajos agrícolas, habitaciones del servicio de palacio, la bodega, etc. Esta parte se caracteriza por tener una techumbre irregular y de menos altura. El entresuelo sería el espacio donde estaría ubicada la vivienda del administrador, destacando en ella el decorado artesonado.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de la Comunidad Valenciana
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario