El Castillo de Maluenda es una fortaleza que se encuentra en la población homónima de la provincia de Zaragoza (Aragón).
Maluenda,
situada en la ribera del Jiloca, fue lugar de paso desde la
antigüedad, como lo demuestran los asentamientos en la Edad de
Bronce encontrados en los alrededores. Fue construido por los
musulmanes entre los siglos IX y X, siendo uno de los más antiguos y
primeros levantados por los moros en España, junto con el de Ayub de
Calatayud. Durante la dominación musulmana de la península fue una
importante plaza militar y una poderosa fortaleza dada sus grandes
dimensiones.
En
una de las primeras rebeliones de los Tuyibíes contra del poder
central de Córdoba (933-934), el califa Abderramán III y sus tropas
estaban en campaña dirigiéndose a Guadalajara en esos momentos. Al
enterarse de la sublevación, el califa desvió su ruta y se dirigió
a Zaragoza. Las crónicas árabes de Al-Udri nombran Malonda
(Maluenda) como fortificación donde el califa se dirige, cerca de
Calatayud, en su camino a Zaragoza.
Al
llegar a Maluenda acampó frente a los fuertes muros de su fortaleza.
Allí se encontró con que los hombres del gobernador rebelde de
Saraqusta, Muhammad Ibn Hassimm al-Tujibí (sin estar el presente)
tenía el castillo fuertemente defendido con gran número de hombres
y máquinas de guerra. El califa ordenó negociar con la guarnición
del castillo para que se rindiera, pero éstos se negaron, y a
Abderramán III decide atacar la fortaleza con todos sus efectivos.
El
combate fue encarnizado y duró un día entero. Los rebeldes
resistieron detrás de las fuertes murallas de la fortaleza todo el
día y toda la noche. Al día siguiente la batalla continuó.
Finalmente, los rebeldes, exhaustos de la incansable lucha y de las
embestidas de las poderosas tropas califales, optaron por rendirse y
someterse. Pidieron el amán, que les fue concedido. El califa les
confiscaría las armas y seguiría su camino hasta la poderosa
fortaleza de Rueda de Jalón. Allí le llegarían escritos del
cabecilla rebelde Tuyibí, el gobernador de Zaragoza, pidiéndole
perdón y incorporarse de nuevo a sus reales. Abderramán III accedió a
ello y le entregó al mando varios castillos de la zona.
Posteriormente,
en el año 935, el gobernador Tuyibí de Zaragoza, Muhammad, volvería
a dar muestras de desobediencia a Córdoba. Esta vez califa se
desplazaría hasta Zaragoza, la capital, y tras un largo sitio
dirigido desde Qadrit (Cadrete), una fortificación que mandó
construir para dirigir el asedio, volvería a sofocar la sublevación,
logrando rendir a los rebeldes y entrando triunfal en la capital de
la Marca, la ciudad blanca, en 937. La fortaleza de Maluenda fue
conquistada por el rey de Aragón Alfonso I el Batallador en 1120,
durante el transcurso de la campaña de la reconquista de Calatayud.
Apenas 8 kilómetros la separaban de Qalat-Ayub. En la guerra de los
Pedros entre el rey Pedro I el Cruel de Castilla y Pedro IV el
Ceremoniòs de Aragón, la fortaleza fue conquistada por los
castellanos en 1363.
El
castillo se alza sobre un estrecho y alargado cerro (de unos 80
metros de largo) dominando la población. Es el típico ejemplo de
castillo musulmán construido en España: de planta irregular y
alargada, levantado sobre un cerro de media altura buscando defensas
naturales como acantilados o barrancos, rodeada de fuertes murallas
de duro y adusto tapial, y con una gran torre situada en uno de los
extremos del recinto.
La
fortaleza de Maluenda fue levantada en el margen derecho del Jiloca,
en un lugar estratégico, casi en la confluencia con el Jalón,
dominando la entrada al valle del bajo Jiloca desde Calatayud, como
posición defensiva de importancia entra la poderosas plazas
fortificadas musulmanas de Calatayud y Daroca.
La
fortaleza es de grandes dimensiones, y casi se confunde
con el cerro donde se asienta. Es de planta alargada e irregular,
mide unos 80 metros de largo y presenta anchura variable entre 10 y
20 metros aproximadamente.
En
la parte superior del castillo se encuentra la gran torre, situada en
uno de los extremos del recinto, casi al borde del barranco. La torre
era de gran altura (10-15 metros como mínimo). Su base es de planta
cuadrada de 8 metros de lado. Está abierta prácticamente por el
centro y le falta una parte. Conserva una ventana en su parte
superior. El estado de la torre es de lamentable ruina.
La
gran torre protegía la antigua entrada a la fortaleza, que estaba
situada junto a ésta. La misma entrada se protegía asimismo por una
interesante barbacana de planta curva. En el alargado y estrecho
recinto se conservan restos de muralla al borde del barranco, y
restos de muros dispersos sobre el terreno, bastante rebajados.
La
fortaleza de Maluenda es de las pocas que conservan auténticamente
su aparejo original de tapial de este tipo de fortificaciones de
origen musulmán. A día de hoy se encuentra en estado de ruina
progresiva.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
aragonmedieval.com
garcilanga (Fotos)
Galería:
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