El Castillo de los Vélez, o comúnmente llamado Castillo de Mula, se encuentra dominando la población de Mula en la Región de Murcia.
Es
el edificio más eminente y señero de la ciudad. Emplazado en lo
alto de la colina que protege a Mula de los vientos del norte, debe
su construcción al encono que una parte significativa de la
oligarquía muleña (hidalgos y pecheros ricos, sobre todo) mantuvo
con el linaje Fajardo a lo largo de toda la Edad Moderna, aunque su
momento álgido fueron los años finales del siglo XV y los primeros
del XVI.
Por
tierras muleñas han pasado todas las culturas y los pueblos
significativos en la historia de la península, dejando cada uno su
legado. Los íberos edificaron un estupendo conjunto arquitectónico,
El Cigarralejo, considerado por los arqueólogos único en el mundo.
Los musulmanes fundaron la ciudad de Mula en su actual emplazamiento.
Y el espectacular castillo ha quedado como testimonio de la riqueza
de su historia y su pertenencia al poderoso Marquesado de los Vélez.
La
poderosa Familia de los Velez, dejo, en las posesiones y propiedades,
datos en los muros de sus edificios, para muestra del poder económico
y social del que disfrutaron durante siglos. En Mula, su
castillo y varios de sus edificios, como la Audiencia del Marques de
los Vélez, y un palacio de grandes dimensiones en la misma ciudad,
residencia de los marqueses en la misma.
Una de las obras
arquitectónicas que se mandan construir, para dar descanso a los
restos de familiares, es una de las más importantes Capillas, la
llamada de los Vélez, en la Catedral, pero por está construcción
los Marqueses tuvieron pleitos ya que ocupaban con la construcción
espacio público, pero la Capilla, se siguió construyendo, ganando
el pleito los Marqueses. Hoy se encuentra no terminada, pero lo
suficiente para ser una de las más hermosas obras del estilo gótico
florido, y su construcción es de época de los Reyes Católicos.
D. Fernando
J. Fajardo y Toledo fue VI Marques de los Vélez y Virrey en Nápoles,
cargos que disfrutaban junto a muchos otros, y que conseguían
continuamente aumentando todo el poder adquirido por sus antepasados.
Las familias también conseguían esas grandes ventajas, títulos,
territorios, gracias en muchos casos a uniones matrimoniales
pactadas, entre otras familias destacadas. Fueron muchas las
ocasiones en las que Los Fajardo se vieron odiados por su poder, pero
también admirados en ocasiones por intereses de las clientelas del
momento.
El edificio en sí, al que se llega desde una carretera que lo une con la antigua Caravaca de la Cruz a Murcia, señalizada a la entrada de la población de Mula, consta de tres grandes partes: La Torre del Homenaje, el Torreón del Aljibe y la gran sala conocida como la Plaza Baja.
Hasta
la puerta del castillo se accede también desde la ciudad por un
lienzo de muralla musulmana, consolidado a comienzos del siglo XVI,
que lleva hasta la entrada, encima de la cual hay un matacán que la
salvaguarda. Ya en el interior, lo primero que se ve es el pequeño
patio que funcionaba como el corazón del baluarte.
La
gran nave que se abre enfrente era el estomago del castillo, donde,
al amor del fuego de la chimenea que en ella hay, comía y descansaba
la guarnición. Desde este punto se llega a una reja que lleva hacia
el subsuelo, hacia las mazmorras, y en dirección a la terraza. Aquí
hay una escalera que comunica con el adarve en cuyo extremo se abre
un empinado matacán sobre la puerta principal.
A
través de un puente de madera que, en origen pudo ser levadizo, se
pasa a la torre del homenaje. En el dintel de la puerta se ubicó una
lápida donde se lee que la fortaleza fue erigida en tiempos de
Carlos V por el Marqués Pedro Fajardo sobre las ruinas de otra
levantada en época romana.
La
Torre del Homenaje, cuya misión era servir de dormitorio a la
guarnición, consta de tres plantas y una terraza que estuvo
totalmente almenada. En cada uno de los pisos se ve una chimenea y el
inferior, en el ángulo noroeste, hay un agujero en forma de media
luna donde embornaba la canal que recogía el agua que llegaba del
patio de entrada a través de los muros, canal que vertía en una
atarjea que la conducía al aljibe.
Es
ésta una pieza situada en el rincón mas defendido del castillo, la
Torre de Levante. Dotada de unos doce metros de profundidad, de los
que siete fueron excavados en la roca del monte, tiene sobre ella dos
pisos con pequeñas ventanas y, en el superior, se hizo una pequeña
poterna por donde la soldadesca podía huir en dirección a la ciudad
en caso de peligro. Su capacidad total era de unos ciento veinticinco
metros cúbicos.
Fuentes: Wikipedia
regmurcia.com
Ximo G. Rico (Fotos)
Galería:
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