martes, 24 de diciembre de 2019

Castillo de los Vélez (Mula, Murcia)


El Castillo de los Vélez, o comúnmente llamado Castillo de Mula, se encuentra dominando la población de Mula en la Región de Murcia. 

Es el edificio más eminente y señero de la ciudad. Emplazado en lo alto de la colina que protege a Mula de los vientos del norte, debe su construcción al encono que una parte significativa de la oligarquía muleña (hidalgos y pecheros ricos, sobre todo) mantuvo con el linaje Fajardo a lo largo de toda la Edad Moderna, aunque su momento álgido fueron los años finales del siglo XV y los primeros del XVI. 

Por tierras muleñas han pasado todas las culturas y los pueblos significativos en la historia de la península, dejando cada uno su legado. Los íberos edificaron un estupendo conjunto arquitectónico, El Cigarralejo, considerado por los arqueólogos único en el mundo. Los musulmanes fundaron la ciudad de Mula en su actual emplazamiento. Y el espectacular castillo ha quedado como testimonio de la riqueza de su historia y su pertenencia al poderoso Marquesado de los Vélez. 

La poderosa Familia de los Velez, dejo, en las posesiones y propiedades, datos en los muros de sus edificios, para muestra del poder económico y social del que disfrutaron durante siglos. En Mula, su castillo y varios de sus edificios, como la Audiencia del Marques de los Vélez, y un palacio de grandes dimensiones en la misma ciudad, residencia de los marqueses en la misma. 

Una de las obras arquitectónicas que se mandan construir, para dar descanso a los restos de familiares, es una de las más importantes Capillas, la llamada de los Vélez, en la Catedral, pero por está construcción los Marqueses tuvieron pleitos ya que ocupaban con la construcción espacio público, pero la Capilla, se siguió construyendo, ganando el pleito los Marqueses. Hoy se encuentra no terminada, pero lo suficiente para ser una de las más hermosas obras del estilo gótico florido, y su construcción es de época de los Reyes Católicos. 

D. Fernando J. Fajardo y Toledo fue VI Marques de los Vélez y Virrey en Nápoles, cargos que disfrutaban junto a muchos otros, y que conseguían continuamente aumentando todo el poder adquirido por sus antepasados. Las familias también conseguían esas grandes ventajas, títulos, territorios, gracias en muchos casos a uniones matrimoniales pactadas, entre otras familias destacadas. Fueron muchas las ocasiones en las que Los Fajardo se vieron odiados por su poder, pero también admirados en ocasiones por intereses de las clientelas del momento. 

El edificio en sí, al que se llega desde una carretera que lo une con la antigua Caravaca de la Cruz a Murcia, señalizada a la entrada de la población de Mula, consta de tres grandes partes: La Torre del Homenaje, el Torreón del Aljibe y la gran sala conocida como la Plaza Baja.

Hasta la puerta del castillo se accede también desde la ciudad por un lienzo de muralla musulmana, consolidado a comienzos del siglo XVI, que lleva hasta la entrada, encima de la cual hay un matacán que la salvaguarda. Ya en el interior, lo primero que se ve es el pequeño patio que funcionaba como el corazón del baluarte. 

La gran nave que se abre enfrente era el estomago del castillo, donde, al amor del fuego de la chimenea que en ella hay, comía y descansaba la guarnición. Desde este punto se llega a una reja que lleva hacia el subsuelo, hacia las mazmorras, y en dirección a la terraza. Aquí hay una escalera que comunica con el adarve en cuyo extremo se abre un empinado matacán sobre la puerta principal. 

A través de un puente de madera que, en origen pudo ser levadizo, se pasa a la torre del homenaje. En el dintel de la puerta se ubicó una lápida donde se lee que la fortaleza fue erigida en tiempos de Carlos V por el Marqués Pedro Fajardo sobre las ruinas de otra levantada en época romana. 

La Torre del Homenaje, cuya misión era servir de dormitorio a la guarnición, consta de tres plantas y una terraza que estuvo totalmente almenada. En cada uno de los pisos se ve una chimenea y el inferior, en el ángulo noroeste, hay un agujero en forma de media luna donde embornaba la canal que recogía el agua que llegaba del patio de entrada a través de los muros, canal que vertía en una atarjea que la conducía al aljibe. 

Es ésta una pieza situada en el rincón mas defendido del castillo, la Torre de Levante. Dotada de unos doce metros de profundidad, de los que siete fueron excavados en la roca del monte, tiene sobre ella dos pisos con pequeñas ventanas y, en el superior, se hizo una pequeña poterna por donde la soldadesca podía huir en dirección a la ciudad en caso de peligro. Su capacidad total era de unos ciento veinticinco metros cúbicos. 

Fuentes: Wikipedia
               regmurcia.com
               Ximo G. Rico (Fotos)

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