El Castillo de Salobreña está situado en lo alto de una loma cercana a la población del mismo nombre en la provincia de Granada (Andalucía).
Se
conoce la existencia de una fortificación en Salobreña desde el siglo X. Aunque la distribución corresponde a la construcción que se levantó
en la época nazarí. El castillo árabe es el resultado del aporte
de la arquitectura musulmana y cristiana.
Si
nos situamos en el Castillo de Salobreña, al ser la cúspide del
pueblo, situado encima de una enorme roca, sitio estratégico de
defensa para defenderse de los ataques, por la parte sur podemos ver
el mar azul, con el Peñón de Salobreña, que se confunde con el
horizonte del cielo, e incluso si hay un día clareado podemos ver
territorio Africano.
Justo
debajo encontramos la enorme vega verde, antiguamente cubierta todo
por agua, siendo el Castillo un islote y desde donde empezaba el
pueblo. Por el otro lado, la parte norte, podemos ver Sierra Nevada,
que en épocas de invierno, si nos situamos en el torreón más alto
podemos ver a la derecha el mar y a la izquierda los montes nevados,
todo un espectáculo de la naturaleza.
A
los pies del Castillo se encuentra el emblemático Paseo de las
Flores, y caminos que bajan hasta la playa. En el siglo XV el
castillo fue construido como un medio de defensa, como bien hemos
mencionado, pero en el periodo nazarí éste pasó a ser una cárcel
por la que pasaron algunos monarcas como Yusuf III, Muhammad VIII el
Pequeño, Muhammad IX el Zurdo, Abu Nasr Sad y Muley Hacén.
Tras
las conquistas y la entrada de las tropas militares castellanas a
Salobreña el castillo pasó a ser "propiedad" del alcalde
Francisco Ramírez de Madrid, en 1489, nombrado por los Reyes
Católicos. Posteriormente fue abandonado por no ser punto
estratégico de defensa y se ha tenido que someter a numerosas
reformas, incluso en la actualidad para poder mantenerlo, debido a su
estado de dejadez.
De
planta trapezoidal, dispone de tres recintos: el interior se
corresponde en su disposición con el antiguo alcázar nazarí
jalonado por cuatro torres: la Torre
del Homenaje,
la Torre
Nueva,
la Torre
del Polvorín y
la Torre
Vieja.
Los
otros dos recintos, con una función defensiva, son una ampliación
castellana de finales del siglo XV. Encontramos aquí la torre de
acceso y la barrera exterior, flanqueada por dos torres más, El
Cubo (de
planta elíptica) y La
Batería (de
planta pentagonal). Finalmente la Coracha, que hace alusión a un
sistema defensivo que protege una toma de agua y que presenta en sus
extremos la Torre
del Agua y
la Torre
de la Coracha o
el Baluarte.
Refrescantes jardines internos envuelven los volúmenes
arquitectónicos.
Durante
el periodo nazarí albergó, además, un palacio real para descanso
que también sería utilizado como prisión real.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario