El Castillo de Luna es una fortaleza medieval que se encuentra enclavada en la zona alta de la localidad de Mairena del Alcor, al límite sureste de su casco urbano, en la provincia de Sevilla (Andalucía).
Ya
en la época medieval se hacía alusión a una Torre de Mairena en el
Repartimiento, por lo que es de suponer que este castillo tuviera un
anterior origen islámico. No obstante, la fortaleza actual es obra
cristiana construida en dos fases entre los siglos XIV y XV a
instancias de los Ponce de León, duques de Arcos. Al parecer debe su
nombre a María de Luna, mujer que estuvo unida en matrimonio al
linaje de los Ponce de León.
El
castillo se levanta en una posición estratégica en la cima del
Alcor, entre las poblaciones amuralladas de Alcalá de Guadaira y
Carmona, configurándose así como la antesala defensiva de la ciudad
de Sevilla. Para sus promotores, los Ponce de León, suponía el
control del enclave más próximo a la capital en su vasto estado de
lo que fue el ducado de Arcos.
En
noviembre de 1902, arqueólogo e historiador Jorge Bonsor compra el
castillo, arruinado desde el siglo XVI y organiza en él su
residencia-museo, a partir de su restauración. Varias décadas
después de su muerte, en 1978, el Ayuntamiento adquiere su colección
de objetos arqueológicos; y unos años más tarde, en 1985, la
Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía se hace con el
castillo de Luna y con un lote inmobiliario. Tras la realización de
numerosas obras de consolidación, se pretende rehabilitar el
conjunto como museo.
Una
primera fase de su edificación se realizaría en el siglo XIV,
siendo de esta época las torres y muros de unión entre las mismas.
La construcción general es de tapial, con zócalo de mampuestos y
esquinas reforzadas con piedra labrada (sillares). En esta fase el
castillo estaría formado por cuatro torres, con posible puerta en el
flanco norte y un patio de armas de unos 750 metros cuadrados. Las
torres, orientadas hacia los cuatro puntos cardinales, son de planta
cuadrada de 8,5 metros de lado, incluyendo dos dependencias cubiertas
por bóvedas.
Este
primer núcleo se complementa con la construcción de un foso y
barbacana envolvente con troneras para armas de fuego, y la entrada
al castillo se pasa al lado este con la creación de un puente de
doble arco en eje acodado; todo ello hacia los años 1471 y 1474,
durante las luchas nobiliarias entre las casas de Arcos y de Medina
Sidonia.
Cuando
Jorge Bonsor plantea aquí su residencia-museo a principios del siglo
XX, realiza obras de restauración y algunas transformaciones. Así,
cambia la puerta en recodo en estudio, dos de las torres en
dormitorios y el patio de armas en un jardín. También desescombra
el foso y afianza los tramos de muralla más deteriorados, añadiendo
adosados al interior una sala, comedor, cocina y lavadero, así como
una entrada para carruajes en el flanco suroeste.
Fuente: Wikipedia
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