viernes, 27 de diciembre de 2019

Castillo de Mazuelos de Muñó (Burgos)


El Castillo de Mazuelos de Muñó se encuentra situado en la población del mismo nombre de la provincia de Burgos (Castilla-León). 

En pleno corazón de Candemuñó luce aún su silueta la Torre de Mazuelo. Junto con el famoso campo el pueblo aparece tempranamente en los documentos. En los lugares de este distrito judicial estuvieron muy heredados los Carrillo. Los de Mazuelo aparecen a menudo en las crónicas reales. De Pedro Carrillo de Toledo pasó la torre a Mencía Carrillo, casada con el primer conde de Alba de Tormes. 

Estando viuda vende en 1466: “la casa e torre que yo tengo en la villa de Mazuelo e los 5000 m de juro de heredad, situados en las alcavalas e tercias de la dicha villa e martiniega e el señorío e naturaleza e diuisa e infurciones tocantes al señorío… por precio e quantía de 830.000 maravedís”. 

Pasa así a Sancho de Rojas, señor de Monzón y del cercano pueblo de Cabia. Dueño de la torre, éste quiso hacerse con el señorío del pueblo en 1493. Dos años después había pleito por tal motivo. El concejo se opuso tenazmente y reaccionó solicitando cambio de encomendero, poniéndose bajo la directa dependencia de los Reyes Católicos. Poco después éstos le prohibían cobrar nuevos impuestos. 

Parece que Sancho mejoró a su segundo hijo, Martín, con lo comprado en Mazuelo. Este último sólo tuvo hijas y todas monjas, por lo que la torre volvería al mayorazgo de Monzón. Juan de Rojas vendía torre y propiedades, en 1546, al chantre Andrés Ortega Cerezo. 

A las afueras del pueblo, sobre un montículo, destaca la torre cuadrada, de tamaño imponente tanto por las dimensiones como por la altura. Consta del cuerpo central y una barbacana que le abraza por tres lados. El ingreso, con puerta de arco de medio punto, está a la izquierda. Una vez en el interior un patín en escuadra asciende hasta el primer piso. En el pequeño patio existen también otros pasos: al Este, una salida al campo; en el opuesto a la barbacana y frente al principal, el ingreso a la planta baja a través de puerta ojival. 

La torre central consta de cuatro plantas. En los lienzos menudean las ventanas de distintos tipos, algunas con asientos labrados en la pared. Las más interesantes son los ajimeces que, evidentemente, han sido modificados y aprovechados. Están inscritos en arco de medio punto. Los del último piso se les adinteló simplemente. Las reformas parecen contemporáneas a la construcción de la barbacana. La torre está coronada de matacanes apoyados en triple modillón y coronados de almenas caladas alternantes. La citada barbacana es, evidentemente, obra posterior. Mientras que al Sur y Oeste son simples muros almenados, al Norte presenta un aspecto más lujoso. 

Su paramento está encuadrado por dos cubos, cuyo interior es hueco. Se ve claramente que toda esta obra ha sido yuxtapuesta a la torre central. Debió de construirse a mediados del s. XVI: “y mando se acabe la labor que está comenzada en la dicha torre, según está platicado con Ballejo cantero (Juan de Vallejo)”. El borroso escudo sobre la puerta parece corresponder al del chantre. Las grandes ventanas adinteladas y arcos de medio punto, el perfecto tallado y ensamblaje de los sillares, las troneras de los cubos, así como la cornisa que le remata y, sobre todo, la perfecta armonización con la obra ya existente, son detalles inconfundibles del Renacimiento. Las últimas reformas han hecho desaparecer la tejavana que se levantó entre la barbacana y la torre, así como diversas ventanas al Oeste. No sé si la habitaron los dueños, pero sí consta que al menos sirvió de troje. 

Testigos del s. XVII decían que vieron “la torre y casa y parece por ella ser muy antigua y de personas de gran calidad por ser mui fuerte y costosa”. Se ha dicho que posiblemente fue levantada por el dueño de la behetría, Juan Alfonso Carrillo, a mediados del s. XIV fundándose, entre otras cosas, en ciertas marcas de canteros. Sus características se corresponden con las de Arenillas, Villaute y las torres del homenaje de diversos castillos españoles. No creo que pueda fecharse antes del siglo XV. 

En el casco del pueblo existió otra torre de los “caballeros Mazuelos”. Diego de Astudillo Mazuelo gozaba de un antiquísimo mayorazgo en 1623, heredado de su tía. Además de abundantes propiedades se componía de casa, palacio y torre. “Y en confirmación desto nos llevó a la casa que solía ser de los Mazuelos de varonía y llegados a la casa vimos que representa grande autoridad… e incontinente mostró los (escudos) que ay sobre la puerta principal y en dos Cubos que hazen las esquinas que forma una placita delante de la puerta…”. No queda nada. 

No sé si llegaría a construirse completamente la casa fuerte que en Mazuelo comenzó a levantar el regidor burgalés Diego de Soria en 1495. Al iniciarse, el concejo del pueblo le puso pleito y quizá le ganara, pues no consta la existencia de tal casa fuerte posteriormente. 

Fuente: Castillos del Olvido

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