El Castillo de Luzás es una antigua fortificación militar medieval, situada en la localidad del mismo nombre en la provincia de Huesca (Aragón).
Existen discrepancias sobre el rey que ordenó la construcción del mismo. Los expertos coinciden en situar su construcción entre 1060 y 1070, es decir entre las fechas en que Ramiro I de Aragón conquista el entorno de Benabarre y la consolidación por parte de su hijo Sancho Ramírez de estos territorios antes de iniciar la expansión hacia el sur.
Durante las primeras décadas de su existencia, el castillo estuvo a cargo de tenentes reales, pero en el año 1136 consta como perteneciente al conde de Pallars. En el año 1292 fue cedido a Ramón de Peralta, y a partir de 1344, junto a los castillos de Viacamp, Falces y Juseu, formó parte de el señorío de los Cuatro Castillos, que durante la baja Edad Media se integró en la baronía de Castro. En el siglo XVIII pasó a ser propiedad de los duques de Medinaceli. Entre los años 2007 y 2009 se llevó a cabo una campaña de restauración, consolidando la Torre del Homenaje y fábricas, con una limpieza de interiores y exteriores.
El recinto fortificado se dispone sobre un cerro que domina la población de Luzás, así como las vías de comunicación en dirección norte-sur, a través del valle del río Cajigar. Constaba de un recinto amurallado de planta trapezoidal, adaptado al perímetro de la plataforma superior del cerro, con una torre semicircular sobresaliendo en cada esquina y la gran torre central.
Del
recinto exterior se conservan únicamente restos de dos torres, en la
cara oeste del conjunto. De una de ellas, situada al suroeste,
subsiste únicamente el basamento macizo. De la segunda, en el
extremo opuesto, la parte inferior, con un paramento de 1,30 m de
grosor y un hueco interior de unos 2,60 m. Ambas están construidas
con aparejo de sillarejo similar al de la torre central. Esta se alza
más o menos centrada en el interior del recinto, con una planta
pentagonal al exterior y cuadrada al interior y una altura de unos 25
metros, que se distribuyen interiormente en 6 plantas. Está
realizada en sillarejo estrecho y alargado (15 x 25 cm), que
configura muros de un grosor de entre 2,25 y 2,48 m en la parte
baja..
Los
pisos interiores se disponían sobre retranqueos del muro y los
paramentos muestran los huecos de los andamios empleados para su
construcción. Sobre el relleno de la cimentación hay una primera
planta que era ciega al exterior. Sobre ella había una segunda
planta en la que se abren estrechas aspilleras adinteladas, una en la
parte central de cada uno de los lienzos.
En
la tercera planta se encuentra la antigua puerta de acceso, en arco
de medio punto doblado por un segundo arco de finos sillarejos; las
piezas que configuraban el arco de acceso han desaparecido. En el
interior de este piso se encontraba el retrete, que es una cámara
rectangular abierta en el interior de los muros (en la parte donde
estos son más gruesos para configurar los lienzos pentagonales), con
acceso en codo, bóveda encofrada, desagüe en declive y vertedor en
saledizo.
El
cuarto piso dispone de tres vanos en los paramentos norte, este y
sur, más cuatro al oeste, presentando esviaje los situados en las
esquinas y, todos ellos, bovedillas capialzadas revocadas con
argamasa.
La
quinta planta tiene ventanas similares, así como una hornacina en
arco de medio punto abierta en el muro, que se ha interpretado como
correspondiente a una capilla, similar a una existente en el cercano
castillo de Viacamp. Se piensa que los vanos de estos dos pisos se
complementarían para configurar la principal estructura defensiva de
la torre, que quedaría completada con un cadalso de madera al
exterior. Castán sitúa en esta planta un cadalso de madera para
completar la defensa, al que se accedería por los vanos mencionados.
Además parece haber dispuesto de un piso superior, a modo de falsa
bajo la cubierta.
Se
trata de un conjunto fortificado de gran importancia y calidad
constructiva, que parece haber tenido un carácter residencial aparte
del puramente militar. Si bien algunos de sus rasgos, como la planta
poligonal, la emparentan con otros castillos aragoneses (como los de
Troncedo, Samitier, Arcusa o Boltaña), su combinación con otros
elementos, como la existencia de capilla y retrete o la doble banda
superpuesta de vanos defensivos, la dotan de un enorme interés y
singularidad. A pesar de las evidentes diferencias en su planta, el
castillo debe relacionarse, tanto arquitectónica como
históricamente, con la torre de Viacamp, ya que ambas parecen fruto
de una misma campaña constructiva.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
aragonromanico.org
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario