El
Castillo de Guardias Viejas se encuentra en la localidad de Guardias
Viejas, término municipal de El Ejido, en la provincia de Almería (Andalucía).
Es una batería costera erigida en el siglo XVIII, sobre una superficie rocosa de poca altura, cercana al mar Mediterráneo. Propiedad de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de El Ejido ha llevado a cabo tareas de rehabilitación del edificio, que alberga una exposición permanente de ropas y armas de la época napoleónica.
Fue restaurado en 1980. Años después, en 1985, el monumento fue declarado Bien de Interés Cultural. El castillo es una de las cinco fortificaciones que se encuentran actualmente en el municipio, junto a la Torre de Cerro Moriscas, la Torre Cuadrada, la Torre de los Bajos y la Torre de Balerma.
Es una batería costera erigida en el siglo XVIII, sobre una superficie rocosa de poca altura, cercana al mar Mediterráneo. Propiedad de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de El Ejido ha llevado a cabo tareas de rehabilitación del edificio, que alberga una exposición permanente de ropas y armas de la época napoleónica.
Fue restaurado en 1980. Años después, en 1985, el monumento fue declarado Bien de Interés Cultural. El castillo es una de las cinco fortificaciones que se encuentran actualmente en el municipio, junto a la Torre de Cerro Moriscas, la Torre Cuadrada, la Torre de los Bajos y la Torre de Balerma.
En
1764, durante el reinado de Carlos III de España, el monarca
promulga un reglamento con fines de crear un dispositivo costero
defensivo, que proteja de los corsarios. José Crame, ingeniero
militar del Reino de Granada, se encarga de la proyección de varias
edificaciones en la zona con tal fin, muy similares al Castillo de
Guardias Viejas, como el Castillo de San Felipe en la localidad
nijareña de Los Escullos. La fortificación comienza a ser
construida en torno al año 1769 utilizando la famosa disposición de "pezuña de buey", pero durante la Guerra de la Independencia española —entre 1808 y 1814— es destruida por el
ejército inglés, para evitar su uso por parte de tropas francesas,
por lo que tuvo que ser reconstruida, en 1817.
Dada
su vocación defensiva, la guarnición de caballería debía
encargarse del patrullaje del espacio costero situado entre el
accidente geográfico Punta del Sabinar y la localidad cercana de
Balanegra —término municipal de Berja—. Para defender el litoral
de Guardias Viejas, los ataques desde el castillo se dirigían hacia
el este; el despliegue de proyectiles se cruzaba con el de la Torre
de Balerma, al oeste.
Un
foso, sobre el que se alzaba un puente levadizo, había de ser
superado para llegar a la entrada principal del castillo. La
construcción, de planta cuadrangular, se disponía en torno a un
patio de armas. Desde allí podía accederse a las amplias
dependencias del interior con bóvedas de medio cañón: un cuartel
de infantería, otro de caballería, además de cuadras y un almacén
de pólvora; una capilla y el espacio donde el capellán habitaba
completaban las dependencias interiores. Para llegar al terrado,
había que utilizar unas escaleras situadas en el patio de armas. A
los cuatro cañones, en la batería semicircular, de 24 libras cada
uno, se llegaba tras superar una rampa.
Fuentes: Wikipedia
andalucia.org
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