La Torre de Piqueras del Castillo es una torre atalaya exenta situada en la zona más elevada de una colina rocosa que domina la población del mismo nombre de la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha).
Se trata pues de una torre óptica y señorial, guarda el lugar y señorío de Piqueras, símbolo de su señor, que la ordenó construir entre los siglos XIV y XV, al parecer sobre una antigua torre árabe que aprovechó para levantar esta torre medieval.
Su construcción en lugar elevado y despejado establecía el puesto de vigilancia que le permitía la comunicación con otros baluartes y fortalezas cercanas para dar aviso de posibles ataques, que se realizaba a través de señales visuales por medio de espejos durante el día o por medio de fuego o humo en las horas nocturnas.
Su planta es cuadrada, tendiendo a rectangular, de 5,50 x 3,50 m., en fábrica de mampostería a base de hiladas de piedra caliza de forma regular con gruesos muros de 1,86 m., y que alcanza una altura total de 16 metros. Su entrada está situada a tres "baras" de suelo, lo que se salvaba mediante una escalera de madera, que podía recogerse en caso de ataque para aislar la torre.
Consta de planta baja y tres pisos, con terraza almenada, estando la entrada a la altura del segundo piso. Interiormente el acceso a las distintas plantas se hacía mediante escaleras retráctiles, ya que no se observa fábrica en sus muros que indiquen la existencia de una escalera en piedra. La planta baja se dedicaba al almacenaje de reservas alimenticias y dispone de un pequeño aljibe para el suministro de agua recogida en la lluvia.
Tras su rehabilitación se le ha dotado de una escalera metálica que en dos tramos llega hasta la puerta de acceso, estando en la actualidad en un estado muy aceptable.
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