El Castillo de Villel de Mesa, llamado también Castillo de los Funes, se encuentra situado en la población del mismo nombre en la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha).
El
origen de este castillo no está del todo claro, pero parece ser que
la fortaleza inicial fue obra de los musulmanes y posteriormente
ampliada por los cristianos. Históricamente, el empinado peñón en
que se alza, y su papel como vigilante del valle, justifican que sus
constructores árabes lo hicieran de tapial y no de tabiya, ya que en
los siglos X y XI resultaría innacesible para la maquinaria de
asalto.
Situado
sobre el valle del río Mesa, vía capital en la comunicación del
Señorío de Molina y el reino frontero de Aragón, se levantaron en
la Edad Media varios fuertes castillos, de los que solo resta el
magnífico de Villel de Mesa.
Aunque
esta fortaleza fue de simple apoyo a la más grande de Mesa, río
arriba situada, en él se dieron batallas importantes durante la Edad
Media; perteneció por temporadas a Castilla y a Aragón: primero
estuvo en los primitivos límites del Señorío de Molina, pero más
tarde pasó a la familia de los Funes, quedando con ellos por el rey
de Aragón. En el siglo XV, uno de los señores de esta familia,
Sánchez de Funes, hizo pacto con el castellano Enrique IV, quedando
el alto valle del Mesa por Castilla, y en esta demarcación hoy
prosigue, aunque geográficamente es comarca, sin duda, aragonesa.
También
fueron importantes en este valle los castillos de Algar, Mochales
(sobre un gran peñón rocoso junto al pueblo) y Mesa, este último
puesto sobre el elevado cantil de la margen derecha del río, a medio
camino entre los lugares de Villel y Algar, habiendo venido al suelo
en tiempos de los Reyes Católicos, y quedando hoy tan solo restos de
su foso y muros.
Se
trata de un ejemplo fiel de castillo roquero, de estructura sencilla
pero silueta sobrecogedora, que se adapta totalmente al roquedal que
le sirve de base, debatiéndose en constante equilibrio sobe el
espinazo rocoso que sobresale entre el caserío. Su planta
rectangular queda conformada por sus muros, que caen cortados en
vertical sobre la roca del alargado peñón sobre el que se asienta,
y que encierran un patio de armas central con una torre a cada lado.
La gran torre situada al norte es el punto fuerte del bastión, la
zona de residencia y el punto de acceso. Tiene tres plantas de una
única habitación, podemos observar un añadido, de sillares,
realizado en época gótica. En el patio de armas encontramos un
aljibe. La torre sur tiene dos plantas, y una poterna que permite
acceder a la plataforma rocosa.
Esta
construido con tapial, sillarejo y adobe, estando forrado de buen
sillar la Torre del Homenaje. Dos elementos hacen interesante esta
fortaleza. Uno, su disposición, que forman dos torres unidas por un
muro, que no pasó a castillo sino cuando hubo de ser apoyo de la
fortaleza de Mesa. Y dos, la técnica de la tabiya con que lo
erigieron sus constructores árabes: formando sus muros a base un
hormigón de cal y piedra, que se encofraba entre tablas, dejándose
secar.
Fuente: Castillos del Olvido
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario