Las Murallas de Hita se encuentran situadas en el casco urbano de la población del mismo nombre de la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha).
Los
tramos de muralla que se conservan pertenecen a la cerca levantada a
mediados del siglo XV. Existe un documento fechado en 1441 que
recoge las condiciones para ponerla en pie, se trata de un convenio
firmado por el Marqués de Santillana, Señor de Hita, y el Concejo
de la Villa.
El
acceso a la villa a través de la muralla se realizaba por tres
puertas: la oriental y la occidental, hoy desaparecidas, y la puerta
principal que da paso a la Plaza Mayor. Ésta última, conocida
actualmente como Puerta de Santa María, fue volada parcialmente
durante la Guerra Civil Española y se reconstruyó de forma
incompleta en 1965.
Respecto
a la fecha de levantamiento de esta puerta existen distintas
opiniones. Layna Serrano piensa que fue levantada antes de 1445.
Edwar Cooper cree en cambio que su construcción es bastante
posterior a esta fecha. Cooper se basa en el hecho de que las garitas
que vemos en la puerta son de origen flamenco y su uso no se
generalizó en Castilla hasta 1454. Existe, sin embargo, una
excepción conocida: su uso unos diez años antes en una capilla
funeraria de la Catedral de Toledo, propiedad del condestable D.
Álvaro de Luna. Se da la circunstancia de que este personaje y el
Marqués de Santillana fueron grandes rivales políticos.
A
partir de estos datos y conociendo el interés del Señor de Hita, D.
Iñigo López de Mendoza, por todas las manifestaciones artísticas
que llegaban de Europa (Países Bajos, Italia, Francia…) no resulta
extraño pensar que se hiciera también un uso adelantado de la
garita en la Puerta de Sta. María. En cualquier caso, la fecha
concreta en que fue levantada sigue siendo una incógnita. Otro
aspecto a destacar es el carácter altamente decorativo de los
distintos elementos que componían la puerta: el matacán corrido con
unas originales almenas, las garitas, el escudo de los Mendoza y el
escudo de armas del propio Marqués de Santillana que aparecía por
duplicado con su divisa y leyenda.
Estos
elementos de carácter ornamental se concentran en las puertas de los
castillos y las murallas durante el siglo XV. Fue éste un recurso
utilizado por la nobleza para mostrar su poder. A pesar, como
acabamos de ver, del carácter noble de la Puerta de Santa María a
la que Layna Serrano llama puerta «caballera» es muy posible que se
la conociera como la Puerta del Mercado. No es difícil establecer
esta identificación si tenemos en cuenta que la Puerta de Santa
María se abre directamente a la plaza Mayor y éste era precisamente
el espacio donde se ubicaban los mercados a finales de la Edad Media.
Los
tramos de muralla que se conservan pertenecen a la cerca levantada a
mediados del siglo XV. Existe un documento fechado en 1441 que
recoge las condiciones para ponerla en pie. Se trata de un convenio
firmado por el Marqués de Santillana, Señor de Hita, y el Concejo
de la Villa. En este documento se fijan las características
constructivas de la nueva muralla que seguiría el mismo perímetro
que la vieja cerca. Como material básico se emplearía el tapial
(tierra apisonada). Un pretil de ladrillo con sus almenas y saeteras
remataría toda la muralla. Dispondría también de diez torres con
refuerzo de ladrillo en sus esquinas. Este último dato nos permite
pensar en torres de planta rectangular.
Fuente: Castillos del Olvido
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