El Castillo de Villalba es un castillo completamente en ruinas, cuyas partes más antiguas conservadas corresponden a los siglos XI y XII, que se encuentra en las cercanías de la localidad de Cebolla, en la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha).
Fue
construido por los musulmanes, probablemente entre los siglos XI y
XII, sobre los restos de una fortaleza romana erigida para controlar
y defender el paso de la calzada romana que unía Toletum (Toledo)
con Emerita Augusta (Mérida) por la orilla izquierda del río Tajo.
El
castillo fue edificado posiblemente sobre una antigua fortaleza
romana, para ser posteriormente objeto de reacondicionamiento en la
época de dominio del Califato de Córdoba, con importantes reformas
tras su conquista por la Orden del Temple.
Más
tarde pasó a manos privadas, perteneciendo a diferentes familias
nobles, siendo hoy propiedad de los condes de Deleytosa, aunque su
estado es de total ruina. Acerca de este enclave tan sólo podemos
argumentar que su estratégica situación, en lo alto de un cerro
desde el que se divisa la amplia vega del Tajo y junto a una
encrucijada de caminos, ofrece condiciones idóneas para el
establecimiento de un puesto fortificado que controle el territorio.
Al
pie del cerro pasaba una calzada romana, la vía de Antonino Pío, lo
que justifica la posibilidad de al menos una “mansio”. En
su mismo emplazamiento se registraron materiales romanos, aunque la
obra militar en su mayoría se construye en época islámica, y
posteriormente alguna reforma bajo la propiedad de la Orden del
Temple.
Se
ha pretendido identificar con el castillo de Bolobras que aparece en
un privilegio de Alfonso VII de 1142: “...Dono uobis et
castellum de Bolobras cum omnibus aldeis et terminis et riuo Tagi et
Pusam et totam terram et ualles…”.
Su
planta es de forma casi rectangular, y tenía una barrera exterior de
la que pueden verse algunos restos en uno de sus lados. No tiene
torre del homenaje pero sí torres rectangulares en cada una de sus
cuatro esquinas, de las que hoy día sólo se mantiene en pie la de
la esquina izquierda de la fachada principal.
También
tiene torres rectangulares en el centro de tres de sus lados. En la
fachada principal se encuentra la puerta de acceso, con arcos de
medio punto, que está protegida por sendas torres cuadradas situadas
a ambos lados de la misma. Carece de matacanes, voladizos o fosos, y
su interior se encuentra totalmente destruido. Sus muros fueron
construidos con cantos rodados unidos mediante una fuerte argamasa de
cal.
Fuente: Castillos del Olvido
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