martes, 18 de febrero de 2020

Castillo de Zorita de los Canes (Guadalajara)


El Castillo de Zorita de los Canes, también llamada Alcazaba de Zorita de los Canes, se encuentra situada sobre el cerro desde el que se domina la localidad del mismo nombre en la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha). 

Situada estratégicamente, la fortaleza fue mandada construir sobre esta peña rocosa por el emir Mohamed I de Córdoba al comienzo de su mandato en el año 852 para la defensa del paso del río Tajo por la Cora de Santaver. Dadas las características de la roca de arenisca sobre la que se asienta, necesitó en un principio ser reformada al año siguiente. De esta época se conserva el arco de herradura de la entrada a la alcazaba. 

Fue centro de varias rebeldías contra el poder del emir cordobés, como la protagonizada por Calib ben Hafsum en el año 886, que partió desde Zorita para saquear Toledo. También Abderramán III usó la alcazaba en su campaña para recuperar la Cora de Santaver en el año 924 y fue centro los años posteriores de las protagonizadas contra el Califato de Córdoba. 

A mediados del siglo XI Al-Mamún, rey de la Taifa de Toledo, cedió la ciudad de Guadalajara y gran parte de La Alcarria, entre ellas la zona de Zorita, a Alfonso VI de Castilla con el fin de ayudarle a ocupar el trono de Castilla frente a su hermano Sancho II, por lo que la población pasó a manos castellanas en cuanto Alfonso accedió al trono de Castilla en el año 1072. En 1097 Alfonso VI nombró a Alvar Fáñez alcaide de Zorita, aunque fue derrotado en el año 1110 por las tropas almorávides, que recuperaron la fortaleza. En 1124 fue conquistada por los caballeros templarios para el Reino de Castilla, que pudieron mantenerla a duras penas ante las tropas almohades. 

En el año 1174 Alfonso VIII de Castilla cedió el castillo a la nueva Orden de Calatrava, que la siguieron utilizando como plaza fuerte ante las cada vez más escasas incursiones andalusíes, y en el año 1180 concedió fuero a Zorita, donde incluía el derecho de "pontazgo", haciendo de la villa un lugar de paso protegido por su alcazaba. Ésta fue el principal refugio de la Orden de Calatrava tras su derrota en la Batalla de Alarcos en el año 1195, desde donde se reorganizó de nuevo, reforzando el castillo con nuevas murallas y dependencias, entre ellas la iglesia en su interior. Fue centro de la orden hasta la victoria castellana en la Batalla de las Navas de Tolosa en el año 1212 y volvió a controlar sus dominios desde su centro neurálgico de Calatrava la Nueva (Ciudad Real). 

A mediados del siglo XIV hubo un enfrentamiento de poder en la orden entre el maestre Garci López de Padilla y los comendadores de Zorita, "don Alemán" y Núñez de Prado, patricinados por el rey Fernando IV. Tras años de luchas, ya con Alfonso XI en el trono castellano, y tras la muerte de Padilla en 1334, las tropas reales cercan el castillo y derrocan al alcaide Gonzalo Pérez. La fortaleza sufrió grandes daños tras varios años de asedio. En el año 1443, en un nuevo cisma de la orden, donde hasta tres calatravos se declararon mestres, el castillo cayó en manos del comendador mayor Juan Ramírez de Guzmán, que lo usó como base para el control de La Alcarria en poder de los calatravos. Tras dos años, Ramírez de Guzmán perdió la batalla ante Pedro Girón. 

Con el crecimiento de Almonacid de Zorita a finales del siglo XV, por preferencia de la Orden de Calatrava, y Pastrana en el siglo XBI, comenzó la decadencia de Zorita. En el año 1565 Zorita y su castillo fueron comprados por el príncipe de Éboli, que decidió abandonarlo por no ofrecer ya condiciones para la residencia y desde entonces el castillo ha permanecido sin uso, entrando en el abandono y la ruina progresiva. 

El castillo se sitúa en la parte alargada del cerro, dando al norte de la población y al sur a la carretera de Almonacid de Zorita. La parte meridional es la más débil y la que está más fuertemente fortificada. Se divide en tres partes: un albacar, o recinto militar amurallado; un recinto religioso en su interior, donde se encuentra la iglesia románica del siglo XIII con cripta donde eran enterrados los maestres calatravos, y el recinto amurallado. La muralla sur y la puerta norte son las partes más antiguas, siendo el resto del recinto de los siglos XII y XIII. En todas las épocas se utilizaron sillarejos y sillares de las canteras cercanas a la fortaleza para su edificación. 

El acceso a la fortaleza se realiza por dos caminos: desde el sur, que lleva a una torre albarrana construida en el año 1328, y desde el oeste, donde se encuentra la población, que sube en zig-zag atravesando la puerta principal con un arco gótico y otro de época califal. En el sur del recinto hay restos de un cementerio usado por la orden para los caballeros calatravos, y en el norte un aljibe que comunicaba con toda la alcazaba. 

Fuentes: Wikipedia
               Castillos del Olvido

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