El Castillo de Virtus, también llamado Castillo de Los Porres, se encuentra situado en la localidad de Virtus, en la provincia de Burgos (Castilla-León).
El
castillo fue construido en el siglo XIV, y reformado en el siglo XVI. El
tratadista Edgard Cooper vio en la fortaleza de Vertus los
signos que caracterizan el arquetipo de los castillos del nordeste de
Castilla: “Un torreón rodeado de adosados dentro de un
recinto amurallado de planta cuadrangular, todo ello de sillería de
buena calidad”. Situado sobre un pequeño altozano un tanto
accidentado por dos de sus lados se alza el edificio regularmente
conservado. Consta de dos recintos, de los que el más externo
tiene su entrada por el sureste, cuya puerta posee arco carpanel.
Traspasada ésta puede verse a la izquierda un compartimento cubierto
de viguería excelentemente trabajada. Una escalera adosada a la
pared conduce al cubo mayor de la barbacana que sirve de capilla,
cuya bóveda de nervadura gótica sostiene un tejado cónico apoyado
exteriormente en moldura típicamente renacentista perfectamente
tallada.
En
dos de las otras esquinas tiene cubos iguales entre sí, aunque
no en la del oeste, en donde pudo haberlo, pero del que no queda
nada. El terreno es más accidentado en este punto, por lo que se
derrumbó un trozo de paramento hace años. En el centro del edificio
se alza la torre, casi exactamente cuadrada, esbelta, con cuatro
cubos macizos en las esquinas, que en su arranque y hasta unos tres
metros de altura son aproximadamente el doble de gruesos que arriba.
En su remate superior vuelven a ensancharse apoyadas en doble
modillón.
El
contraste entre el airoso cuerpo central y el muro muy apaisado que
le rodea es evidente. La entrada, frente a la del exterior, está
protegida por saeteras. Es de arco ojival. Sobre ella, a cierta
altura y un tanto asimétrica, se abre una ventana geminada, cuyos
arquillos están tallados en un único sillar con reborde superior
para protegerla de la lluvia bajo el que destaca un escudito con las
cinco flores de lis de Los Porras. En el lienzo de suroeste la
distribución de los vanos es muy parecida, siendo en los otros dos
más escasos. Interiormente son todos de arco rebajado. La torre
poseyó tres pisos y entresuelo.
Los
pueblos del valle en el siglo XIV pertenecían a la Merindad de
Aguilar de Campoo y a la de Castilla la Vieja. Hacia el siglo XVII el
dominio de Valdebezana era motivo de disputa entre el señorío de
Virtus, de la familia de Los Porras y el marquesado de
Valdebazana de la familia de Los Velasco. En el castillo de Los
Porras, en Virtus, se han producido constantes batallas por la
conquista de los territorios. Es de propiedad particular, y se emplea
como vivienda y explotación agropecuaria.
Virtus
aparece ya en 1193 con el nombre de "Bertus". El pueblecito se halla
cercano a Soncillo, emplazado en lugar un tanto excéntrico. En
opinión de Sentenach, la extraña denominación de Virtus se debería
al hecho de ser sucesor de una colonia romana (Virtus Julia), que
supone defendida por una fortaleza basándose en que al pie del
castillo se hallaron monedas y cerámica romanas, cosa esta última
no del todo segura. Formó esta torre el centro del mayorazgo fundado
en 1376 y aunque no citada como tal, parece darse a entender. Si
el muy dudoso documento de Juan de Lara fuera auténtico ya estaría
levantada en 1330, año en que se supone la vendió junto con el
término redondo que le cerca.
Hasta
hace unos años tuvo unos metros más de altura, como puede
apreciarse en fotografías antiguas. Como el frente de la última
guerra civil estuvo por estas tierras, tanto las casas
particulares como la torre sufrieron sus consecuencias. Un
cañonazo destruyó el cubo del norte. Los demás hubo que
rebajarlos, ya que amenazaban ruina. La barbacana es de época
posterior al cuerpo central, como lo demuestran ciertos detalles del
tejado de la capilla y las molduras de las ventanas, todas ellas
adinteladas. Los lienzos y sus tres cubos poseen troneras
horizontales adaptadas al uso de fuego, o sea más abiertas al
exterior. Todo hace pensar en una ampliación llevada a cabo en los
primeros años del siglo XVI. La parte superior de la torre fue
levantada al mismo tiempo que la barbacana, pues presentan las
mismas características: cornisa que corría bajo el alero, troneras,
sillería, etc.
Mientras
que la torre es de regular sillarejo, la barbacana presenta
perfecta sillería bien trabada. Parece deducirse de los documentos
que este castillo estuvo más asiduamente habitado que el de Cidad.
También aquí hubo archivo guardado en un arca de nogal y en un
cofre “herrado con barras con su cerradura”. Hoy día no tiene
cubierta excepto al suroeste, entre la barbacana y la torre, vivienda
del dueño. Éste, por cierto, pretende adaptarla a Parador, pero el
proyecto parece difícil, entre otras cosas por encontrarse muy
apartado de la carretera general.
Fuente: Castillos del Olvido
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