jueves, 27 de febrero de 2020

Castillo de San Servando (Toledo, Toledo)


El Castillo de San Servando está situado en la misma ciudad de Toledo, capital de la Comunidad de Castilla-La Mancha. 

Ubicado junto a la ribera del río Tajo y a la Academia de Infantería, se inició su construcción como monasterio en 1088 en tiempos en que reinaba Alfonso VI. Después se convirtió en alcázar debido a la amenaza del reino cristiano y a las posibles entradas de los musulmanes por el puente de Alcántara. Con la total expulsión de los musulmanes de la Península Ibérica, la fortaleza fue perdiendo paulatinamente su función de defensa quedando relegada al olvido. 

El castillo es una de las mejores obras de arquitectura militar mudéjar de España. Fue utilizada en diferentes épocas para defender la confluencia de caminos que accedían al puente y como fortaleza de defensa militar de la ciudad, por lo que fue objeto de numerosos destrozos Fue erigido primitivamente en el siglo XI por Alfonso VI, quien lo entregó a los templarios. 

Se cree que en él veló las armas El Cid antes de su reconciliación con el rey. Luego pasó a ser ocupado por los frailes de Santiago hasta la extinción de la orden, quedando desde entonces abandonado, hasta que fue mandado reconstruir por el conocido arzobispo don Pedro Tenorio en 1386. 

San Servando es una fortaleza del siglo XIV construida hacia el año 1380 por orden del obispo Tenorio sobre un castillo anterior de origen musulmán, de mayor tamaño y de la que aún quedan los cimientos, que a su vez fue construida sobre una iglesia visigoda y esta sobre otra fortaleza anterior romana, como lo testimonian los restos de su argamasa. 

En efecto, los restos de argamasa romana que se divisan en la subida al castillo (origen de la calzada romana a Oretum, luego camino de Toledo a la Córdoba musulmana) indican la existencia de una fortaleza, protección eficaz de Alcántara y cabeza de puente para dominar la orilla izquierda del río. Quedaban visibles también, hasta hace pocos años en que se han cubierto de tierra, los cimientos de la fortaleza musulmana, con torres rectangulares y mucho mayor que la actual. 

El castillo, propiedad real con el objeto de defender la ciudad de Toledo desde la orilla izquierda del río, se hundió su interior al perder su utilidad militar, cayendo también el muro hacia Toledo, el más débil sin duda. Destinado a almacén de pólvora en 1857, se ofreció su venta por 3.000 ptas. en 1873, pero fue declarado monumento al año siguiente, entregándose a la Comisión de Monumentos que, falta de medios, lo arrendaba para corral y efectuó someras excavaciones en el recinto. 

Desde el castillo se puede divisar una vista panorámica de la ciudad de Toledo y del Tajo, el río que la bordea, en lo que era la ciudadela medieval. 

Fuente: Castillos del Olvido

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