jueves, 13 de febrero de 2020

Castillo de Huélamo (Cuenca)


Los escasos restos del Castillo de Huélamo se encuentran situados en un alto cerro que domina la población del mismo nombre, en la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha). 

El origen de esta población se pierde en los albores de nuestra civilización, estamos en una zona de frontera, una vía de comunicación que desde los albores de la humanidad ha conectado la Sierra de Albarracín con la Serranía de Cuenca. Muestra de ello, es que en esta zona encontramos algunos de los poblamientos más antiguos de toda la provincia. 

Sabemos que seguramente Huélamo viene del árabe Hisn Wada Olmu, que vendría a significar “castillo del río de los álamos. En época musulmana, será la dinastía de los Beni Dilnum los que controlaron este territorio al cual denominaran Santavería. Ya es a principios del siglo X (908) que Yamya, primogénito de Musa, se confirma como señor de Walmo, actual Huélamo. En esa época la fortaleza de Huélamo era de vital importancia, pues junto a Úcles y Huete era parte del sistema defensivo árabe El castillo defendía un paso con un gran valor militar, pues por ahí pasa el Barranco del Judío, que es parte del camino de Albarracín, y era uno de los pasos naturales de las huestes cristianas en una posible invasión de las tierras árabes. 

En esa época, Huélamo estaba gobernado por un reyezuelo llamado Abe Hayyan descrito en las crónicas de la época como “un tipo valiente y temerario, sanguinario y magnánimo, respetado, temido y astuto”. Dicho gobernante se rebeló como otros de su época ante el poder central mahometano, pero acabó siendo sometido por el mismísimo Abderraman III. 

La fortaleza musulmana y su territorio fueron conquistados por las tropas de Alfonso VIII de Castilla, pasando posteriormente a la Orden de Santiago por donación del rey. Tal y como dicen las crónicas: “...Tiene un castillo hermoso, más fuerte que una peña alta y las paredes de calicanto con un aljibe en lo más alto de la peña, que es lo que mejor tiene el castillo...”. En esa época la encomienda de la villa de Huélamo tenía portazgo, escribanía, horno, sierra de agua, molino, batan y rentas de sal y dinero. 

Ya en el año de 1554, el señorío pasa a la corona a manos de D. Diego de Zúñiga y Fonseca para fundar un mayorazgo a favor de su hija doña Inés. Durante la Guerra de Independencia, el castillo y la propia población son devastados, produciéndose la pérdida de gran parte de sus estructuras. En concreto, el castillo fue arrasado por completo.

En la actualidad los restos de esta fortaleza musulmana están esparcidos por lo alto del cerro donde se construyó, aunque no aparecen restos importantes de torres y lienzos de muralla, aparte un trozo que se sitúa en uno de los flancos de la peña. 

En la parte superior si que existe lo que parece el antiguo aljibe árabe, construido en mampostería que ha quedado al descubierto, ya que en su momento estaría enlucido con opus signinum para evitar pérdidas de agua. Esparcidos por toda la superficie se encuentran los restos de sus muros en una lamentable vista. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               El Arte en Cuenca

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