La Catedral Fortificada de Sigüenza se encuentra situada en el centro histórico de la población de Sigüenza, en la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha).
La catedral, edificio construido en el siglo XII como fortaleza defensiva, es de estilo románico y desarrollada después siguiendo las líneas del estilo gótico. Su aspecto exterior es el de una fortaleza medieval, con dos torres cuadradas fuertemente fortificadas y un pórtico, ambos del románico, con un imponente roseton, de ahí que se le conozca también como la "Fortis Seguntina".
Comenzó su construcción en el siglo XII, poco después de la reconquista de la ciudad a los musulmanes, conseguida por el obispo Bernardo de Agén, en el año 1124. Este obispo fue el promotor de la edificación, aunque fueron los siguientes obispos los que siguieron con las obras hasta bien entrado el siglo XVI, y en el aspecto ornamental duraron hasta el siglo XVIII. También hay que tener en cuenta que tras la Guerra Civil española en el año 1939 se tuvieron que realizar importantes obras de reconstrucción , que determinaron el aspecto actual de la edificación.
La primitiva planta de la catedral presenta una disposición de tres naves interiores y crucero, con cinco ábsides en la cabecera del templo y un bellísimo claustro en el lado norte. A partir del siglo XVI las naves se llenan de altares y capillas, y los ábsides laterales son derribados para construir la nave girola, terminada en el siglo XVII. De estilo románico, como hemos apuntado, son los pórticos de la fachada principal, los pilares del crucero, algunos de la nave central y todos los muros inferiores de la edificación.
De estilo gótico son todos los muros superiores, el crucero y sus rosetones, los ventanales del presbiterio y la nave central y el nuevo claustro. La catedral se rodea de muro y torres, formando un conjunto fortificado de aspecto guerrero, que perderá, en gran parte, en los primeros años del siglo XVI. Es, en conjunto, un bello ejemplar del cisterciense o primer gótico, siendo su estilo general el de la época de transición del románico al gótico, con influencias aquitano-borgoñesas. Se puede asegurar que es una de las más bellas catedrales cistercienses.
Del conjunto destacan las torres de la fachada principal, que inicialmente estuvieron exentas, y se construyeron con miras defensivas, uniéndose más tarde a la muralla. A ambos lados de la fachada se levantan las dos torres edificadas en piedra arenisca del lugar, que tienen planta cuadrada y tres cuerpos inferiores con unas pequeñas ventanas románicas -una por lado- y en el cuarto cuerpo dobles ventanales con arcos de medio punto, acabándose este cuerpo con merlones y unas esferas de piedra.
La torre de la derecha, llamada Torre de las Campanas, tiene una altura de 40,50 m., con una escalera interior de 140 escalones, en la que su último cuerpo fue añadido en el siglo XIV por el obispo Pedro Gómez Barroso, el cual también hizo recubrir de piedra de sillería la obra inicial, que estaba hecha de mampostería, y dispuso los escudos del obispado y del rey Pedro I sobre el muro a la altura del cuarto piso.
La torre de la izquierda, llamada Torre de Don Fadrique, tiene un altura de 41,70 m. y se terminó de construir en el siglo XVI. Tiene inscrita la fecha de 1533 en uno de los sillares de la misma, así como el blasón del obispo Fadrique, del cual toma el nombre.
La llamada Torre del Gallo es de comienzos del siglo XIV, hacia los comienzos de 1300, siendo en su origen una atalaya militar para transmitir las señales, en caso de posibles ataques , al Castillo de Sigüenza. También ha sufrido varias restauraciones a lo largo de los siglos.
Fuente: Castillos del Olvido
Galería:
Torre del Gallo
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