El Castillo de Polán se encuentra localizado en la población homónima de la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha).
Construido en el
siglo XII con fines defensivos para someter las incursiones
musulmanas del sur del Tajo. Se desconoce la historia de este
castillo, a excepción de algunos detalles puntuales.
El
castillo ya se cita en el año 1116, durante una batalla entre los
cristianos de Toledo y los musulmanes de Oreja. El alcaide Farax
Abdalí fue vencido cerca del castillo cristiano de Polán, que
quizás, por entonces, estuviese en construcción. Perteneció al
poeta Lope de Zuñiga. Su esposa, Doña Mencia de Guzmán, era
propietaria de una casa señorial en Polán. La
última información que se tiene sobre el castillo es del siglo XIX,
siendo propiedad de los Marqueses de Cerralbo.
El
de Polán fue un castillo de gran tamaño a juzgar por lo alto y
ancho de los restos hoy visibles, y el hecho de que la puerta de
entrada al recinto, en perfecto estado, se encuentra en la plaza del
pueblo, a gran distancia de las construcciones del castillo que se
pueden observar.
Se
desconoce la forma de su planta, ya que sólo se conserva la fachada
oeste, y además incompleta, ya que está rota por el centro.
Quedan
aún las fuertes torres de sus extremos que, construidas con estribos
exteriores curvos, semejando un pilar central rodeado de columnas
adosadas a él y unidas en su parte superior por arcos de ladrillo de
medio punto.
Sobresale
aún el adarve que, en su día, llevó canes que sustentaban el
andamio voladizo. Éste sistema, único en España, parece haber sido
importado de las fortalezas francesas de los siglos XI y XII.
La
torre sur está cortada longitudinalmente, y se aprecia en su altura,
pero solo en su mitad, con algunos canes y sólo un par de columnas.
La torre norte está cortada transversalmente, y puede apreciarse
toda su base, con sus ocho estribos curvos adosados, pero está
cortada a media altura. Curiosamente, un lado de estas torres está
dentro del patio de una casa particular, y el lado opuesto en el
patio del colegio público de la localidad.
Las
dos torres que se conservan están construidas en fábrica de
mampostería con mortero de cal y arena, guijarros y ladrillos. En el
interior de la torre más alta, posiblemente la del homenaje, se
aprecia su distribución en cuatro plantas y sobre el último el
arranque de una bóveda. Encima se conserva varios modillones de
piedra berroqueña, típicos de la arquitectura toledana.
En
las jambas y dinteles de alguna de sus ventanas, aparecen diversos
grabados relacionados con la simbología oriental y las Ordenes
Templarías. Por las características y configuración del terreno
debía tratarse de una fortaleza de grandes dimensiones, pudiendo
llegar a extenderse hasta la actual plaza.
Fuente: Castillos del Olvido
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