El Castillo de Orgaz, también llamado Castillo de los Condes de Orgaz, se encuentra situado en la población del mismo nombre en la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha).
El
castillo se encuentra situado en el extremo sur del interior del
recinto antiguamente amurallado de la población, junto a la
desaparecida puerta occidental de la muralla de la villa (Puerta de
San Marín) y al pie del camino que iba de Toledo a Sevilla. Durante
años fue un elemento clave en las funciones defensivas y de
vigilancia de la propia villa y del referido camino.
Construido
en la Edad Media, en un período de conflicto social y político
dentro del Reino de Castilla, se trata de un edificio fortificado
cuyas formas y disposición están orientadas a dar vivienda y
protección al Conde de Orgaz y operar como un elemento de seguridad
en la zona. Todos sus elementos tienen un carácter marcadamente
defensivo, quizás para paliar la desventaja que suponía estar
situado en un llano.
Edificio
de fábrica de planta rectangular, con obra de mampostería e
interiormente, en gran parte, de ladrillo. Modifican la forma
paralelográmica de la planta, la cuadrilonga torre de 20,50 metros
de altura, que avanza destacándose de la cortina de la zona sur y el
semicircular ábside de la que fue capilla de la edificación. Es de
reparar lo estrecho de los espacios, o almenas, para mejor resguardo
de los defensores. Las ventanas son en forma de arco rebajado. Al
abrigo de la torre y a la izquierda de ella está la puerta de
ingreso, de sillería: arco de medio punto de dos metros de luz,
flanqueado por dos delgadas columnas y sobre él un escudo, cuyo
blasón apenas se distingue ya, aunque parecen notarse las dos
calderas de la familia Guzmán.
Contrasta
con la buena conservación del exterior la destrucción en el
interior del edificio. Permanecen algunas robustas bóvedas de
ladrillo, ora apuntadas, ora de cañón seguido, y también dos
columnas salomónicas, de gótico corte y el arranque del arco muy
rebajado que sobre ellas volteaba: restos estos últimos del patio
del castillo. Arquitectura militar medieval. Fines del siglo XIV o
principios del XV. El que ahora vemos, situado al O. de la villa, es
un bello ejemplar entre los de su clase, pero la torre resultó mas
baja de lo conveniente para la bondad de las proporciones. La portada
de ingreso parece algo posterior al resto y ofrece semejanzas con la
del castillo de Guadamur.
La
distribución interior del castillo gira en torno al amplio patio de
armas originariamente flanqueado por tres crujías que le enmarcaban,
tres edificios rectangulares unidos entre sí en sus plantas
superiores, adosados a los muros este, norte y oeste y formando una
estructura en “U”. La puerta principal, situada en la cara sur,
da acceso al patio en torno al cual se disponen las estancias: A la
izquierda está la crujía oeste, que cuenta de dos plantas,
antecedida de un gran soportal sostenido sobre cinco columnas
salomónicas. Al frente se sitúa la crujía norte,igualmente con dos
plantas. A la derecha, en el muro oeste, se encuentra adosada una
torre semicircular que originariamente estuvo antecedida de una
crujía hoy desaparecida. Junto a la puerta de entrada, a la derecha,
se sitúa la escalera que da acceso a la Torre del Homenaje.
La
torre es la estructura central de los castillos medievales, más alta
que la muralla, que por lo general se podía aislar del resto de la
fortaleza, de forma que si sucumbiesen el resto de las defensas, esta
torre proporcionaría un último refugio. En ella se encontraba el
alojamiento del señor. En nuestro castillo se encuentra adosada al
muro sur, junto a la puerta de entrada, ubicada en la parte exterior,
en contra de lo habitual en estas torres que suelen estar en el
interior del patio de armas en un lugar preferente, para su mejor
defensa. Posiblemente se hizo así para no mermar espacio al patio.
Su planta es cuadrada de 12 m. de lado, y mide 20 metros de altura.
En su interior posee una estructura típica de este tipo de torres,
consta de tres plantas y está techada por una terraza. Se encuentra
rematada con almenas y dotada de troneras.
El
nivel inferior , que tiene una bella bóveda de arista perteneciente
a la primera fase del castillo, es independiente del resto de las
plantas, contando con un acceso propio desde el patio. Posiblemente
serviría de almacén de alimentos por sus condiciones ambientales. A
la planta segunda se accede por una escalera de piedra adosada al
muro, que originariamente sería similar a la que se encuentra en la
actualidad, y originariamente también se accedía desde las
estancias de la crujía oeste. En esta segunda planta estaba la
habitación del Conde, que en la última restauración se intentó
recrear como la vemos en la actualidad. Desde la segunda planta se accede a la tercera por una empinada escalera formada por algo menos de una veintena de altos escalones. Esta planta, dedicada a sala de guardia, cuenta con una bella bóveda de cañón.
La
terraza, tendría una comunicación similar, aunque el acceso
original a la misma se ha perdido. La comunicación actual se hace a
través de un roto en la bóveda de la tercera planta, hecho en la
última reforma del castillo en el siglo XX.
En
la cara este del castillo existe un cuerpo semicircular adosado al
muro semejante a un ábside. En realidad esta estructura nunca tuvo
finalidad religiosa, sino defensiva, tal como se deduce de su propia
estructura y de su situación. Su misión primordial era la defensa
del portón de acceso a la barbacana, que estaba situado frente a
ella. Actualmente consta de tres niveles o plantas, las mismas que
debió tener en su origen: la planta baja con techo abovedado, la
segunda con forjado de vigas de madera y la tercera con techo
abovedado, plantas que se comunican entre sí por un sistema de
escaleras. La torre se encuentra rematada en una terraza, dotada de
almenas y troneras.
La
puerta de acceso al castillo se encuentra en la fachada que se
orienta al sur, y al pie de la torre del homenaje. Formada por un
arco de de medio punto de dos metros de luz, construida con dovelas
de granito. Está enmarcada por dos columnas y coronada por el escudo
de los Guzmanes, bastante desgastado. Es del primer tercio del siglo
XVI, renacentista, pero de transición gótica. Se abre en arco de
medio punto de grandes dovelas, encuadrado por dos delgadas
columnitas con capitel jónico de tipo eolio, sobre las que se sitúan
unas ménsulas que sostienen una cornisa.
Constituye la
desintegración del usual alfoz de fines del gótico. Entre la clave
del arco y la cornisa, un escudo Parece ser que la puerta fue
reformada en el primer tercio del siglo XVI, adquiriendo su actual
aspecto monumental renacentista. Sus reducidas dimensiones también
contribuyen a la defensa de la fortaleza ya que evitan el acceso
simultáneo de grandes grupos armados y su escasa altura no permite
el acceso montado.
Un
elemento fundamental para la defensa de una fortaleza lo constituía
la barbacana, y en ella encontraba el enemigo un serio obstáculo
para llegar al pie del castillo, y además impedía el acceso de las
máquinas de guerra. En tiempos el castillo de Orgaz estuvo rodeado
de una barbacana o contramuro que defendía su recinto. El perímetro
de la barbacana discurría en paralelo al contorno de los muros del
castillo y de las dos torres. Entre los muros del castillo y la
barbacana quedaba un pasillo o corredor, de unos 5 o 6 metros de
ancho. Restos de esta barbacana se conservan a ras del suelo en la
cara oeste, y hasta la última reforma se conservaban restos
similares en la cara sur. Se trataba de un muro de tres metros de
altura, y metro y medio de anchura, seguramente sin almenas ni
adarve.
Según
afirman los arqueólogos la puerta que permitía franquear la
barbacana debió estar situada frente a la torre semicircular. En
caso de un intento de asalto el acceso quedaba muy bien protegido por
esta torre que disponía de cinco troneras en su primera planta
(cegadas en la actualidad, pero visibles por dentro) desde las que
apuntaba la artillería directamente a la puerta. Si los atacantes
lograran pasar esta puerta, para llegar a la puerta del castillo
podían elegir el camino de la derecha largo y dificultoso pues
estaba protegido por los tres garitones de la fachada norte, y si se
dirigían hacia la izquierda el camino era más corto pero más
sinuoso y muy bien defendido por la torre del homenaje y los
garitones de la fachada sur.
Uno
de los elementos mas característicos del castillo de Orgaz, y que
configuran su fisonomía, son los garitones de sillería , volados,
que sobresalen en tres de sus cuatro esquinas y en el centro del muro
norte. La terraza de estos garitones se encuentra coronada de almenas
rectangulares y cuentan con saeteras. Se trata de unos bastiones
claramente defensivos. Estas garitas voladas se yerguen sobre lámpara
de cuatro boceles (moldura convexa de sección semicilíndrica)
rematándose con un antepecho, sobre un bonito matacán de arquillos
ciegos.
Sobre
la parte superior de los muros del castillo se encuentra un adarve, o
camino de ronda, una especie de pasillo protegido al exterior por un
parapeto almenado, que permitía tanto hacer la ronda a los
centinelas, como la distribución de defensores, al que se accede
desde la torre del homenaje. El adarve permite el ascenso a las
terrazas de los garitones y de la torre semicircular, a través de
unas escaleras adosadas a los muros. Todo el contorno del castillo se
encuentra coronado de almenas, que tienen forma de prisma de base
cuadrada. Las almenas de la torre del homenaje están rematadas en
forma piramidal. Por la parte exterior, está rodeado todo él, salvo
en los garitones, de una moldura que nos muestra las diferentes
alturas de los adarves y los terrados de las dos torres.
Fuente: Castillos del Olvido
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