El Castillo de San Paio de Narla, también conocido como Torre de Xió, se encuentra situado en la localidad de Friol, en la provincia de Lugo (Galicia).
Es una fortificación medieval localizada en la antigua casa solariega de la familia Seixas, un antiguo linaje gallego. Los primeros documentos que hacen referencia a esta fortaleza se remontan al siglo XIV, habiéndose citado en el año 1350, por haber sufrido el ataque de la sublevación de los irmandiños, ya que se tiene constancia de que Vasco de Seixas ordenó realizar trabajos para su reconstrucción acabada la revuelta.
En el siglo XVIII cambió de propietarios, pasando a la familia Campomanes, que la rehabilitaron y reformaron para utilizarla como vivienda señorial, y a finales del siglo XIX fue vendida nuevamente a la familia Novo. Estos últimos propietarios la vendieron a una persona que pretendía derruirla para utilizar la piedra del castillo y venderla para nuevas construcciones, pero a iniciativa del director del Museo Provincial de Lugo la Diputación Provincial de Lugo la adquirió en el año 1939.
La fortaleza permaneció varias décadas sin uso alguno, hasta que en el año 1983 el arqueólogo Felipe Arias Vilas la convirtió en la sección de Etnografía del Museo Provincial de Lugo.
Se
trata de uno de los castillos mejor conservados y más antiguos de la
provincia. Su existencia se remonta al siglo XIII, sabiendo
de ella por la existencia de un sillar con una inscripción en donde
nos informa del siglo probable de su construcción. Además se puede
comprobar que las marcas de los “canteiros” coinciden con otras
de la comarca situadas sobre iglesias de origen románico.
La
gran Torre del Homenaje es de planta prácticamente cuadrada ya que
mantiene 10,60 metros por 10,40 metros de lados. En una de sus
fachadas se abre un arco tallado en una sola pieza granítica en la
parte alta. Alrededor de la torre están las demás estancias. El
torreón está construido con buenos sillares de granito y su altura
no llega a los 10 metros.
Corona
la torre almenas con vértices triangulares y dos gárgolas
cilíndricas en cada cara. La
fachada principal del recinto, a pesar de las reconstrucciones
posteriores, conserva parte de su estructura primitiva perteneciente
a los siglos XV y XVI, después de la rebelión Irmandiña que
destruyó este y casi todos los castillos de Galicia. También es de
este siglo la puerta de arco de medio punto sobre la que está el
escudo de armas de la familia y una inscripción que apenas es
visible actualmente.
Se
sabe que la reconstrucción fue ordenada por Vasco de Seixas a
finales del siglo XV. Otra
de las fachadas data del siglo XVII y su puerta presenta unas
molduras resaltadas y sobre ella una artística balaustrada que
descansa sobre grandes soportes de piedra y que tiene una hermosa
rejería de hierro forjado. En
el interior destaca la sala-archivo de pequeñas dimensiones y que se
cubre por una bóveda de cañón.
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