El Castillo de Tobaruela se encuentra situado a unos 5 kilómetros en un llano, en la antigua pedanía de este nombre situada en el término municipal de la ciudad de Linares en la provincia de Jaén (Andalucía).
Este
pequeño enclave de Tobaruela, que pertenecía al término de Baeza, fue sin
embargo un concejo autónomo desde mediados del siglo XV hasta
mediados del XIX. No se sabe a ciencia cierta sus orígenes, aunque
se tiene constancia de su existencia a principios del XV, pero es
casi seguro que nacería a mediados del siglo XIV, años en los que
el concejo de Baeza comenzó a sufrir una importante usurpación de
términos en beneficio de la oligarquía local.
En
este sentido, Alfonso XI, ordenó en 1329, que todos aquellos nobles
que tuvieran torres o fortalezas en el término de Baeza, mostraran
los privilegios reales que avalaran su existencia. Lo cierto es que
Tobaruela aparece como señorío, como ya hemos dicho, en la segunda
mitad del siglo XV, siendo uno más de los territorios pertenecientes
al linaje de los Carvajal, una de las más importantes familias de
Baeza. Asentados en la villa de Baeza, los Carvajal, participaron
activamente en el gobierno de la misma, y en las guerras contra el
reino de Granada. Los enfrentamientos con los Benavides, otro de los
linajes importantes de Baeza, fueron casi continuos, especialmente
tras la consecución por parte de éstos del señorío más
importante del reino de Jaén, con las villas de Santisteban del
Puerto y Jabalquinto.
A
pesar de que el conflicto castellano acabaría en 1468, (Pacto de los
Toros de Guisando), en Baeza los enfrentamientos entre las familias
Carvajal y los Benavides continuaron sin interrupción, de manera que
Enrique IV envió al juez Juan del Campo a la villa baezana para
dirimir los problemas entre ambos linajes. Éste, condenó a Díaz
Sánchez de Carvajal a pagar la cantidad de 800.000 maravedíes a los
Benavides, confiscándole además todos sus bienes, los cuales
pasaron a la corona.
Diego
Carvajal y Portugal sería el siguiente señor de Tobaruela,
manteniéndose las sucesiones sucesivamente hasta 1872, año en que
desaparecería la villa de Tobaruela como municipio, al pasar a
integrarse en el de la ciudad de Linares. Los motivos fueron como
consecuencia del nombramiento por parte del conde de Salvatierra,
propietario de la villa, del cargo de alcaide de Tobaruela a uno de
sus servidores. Esto era una acción ilegal, ya que solamente el rey
tenía potestad para nombrar alcaides en los pueblos de señorío.
Por este motivo el Cabildo de Linares conocedor de dicho hecho,
recurrió a la corte, consiguiendo de la Corona, que la villa de
Tobaruela pasara a pertenecer a su término municipal.
El
castillo fue construido en 1475, sobre otro castillo anterior muy
derruido y probablemente de origen andalusí, por don Alonso Sánchez
de Carvajal. Las murallas describen una planta rectangular,
elevándose en el ángulo suroeste una torre de tres plantas
abovedadas. En la portada, de austero estilo isabelino, se aprecia el
escudo de armas de los titulares del castillo sobre la puerta en arco
carpanel.
A la izquierda de la fachada principal, una torre cuadrada, tal vez perteneciente al primitivo castillo. La zona del interior del mismo ha quedado difícilmente reconocible debido a que se integra en un cortijo anexo actual. El conjunto responde al tipo castillo-residencia representativo del poder que alcanzaron en esa época algunos señores de la zona.
Su construcción no contó con la autorización de los Reyes Católicos, que tiempo atrás habían prohibido la edificación de fortalezas y torres en el reino de Jaén para erradicar las luchas nobiliarias existentes, por lo que las obras del mismo fueron suspendidas antes de acabarlo. No obstante, poco a poco y de una forma discreta, los dueños las fueron realizando hasta acabar la obra. Se anticipa a los palacios-fortaleza renacentistas de Canena y Sabiote.
Galería:
No hay comentarios:
Publicar un comentario