martes, 11 de febrero de 2020

Castillo de Torrefuerte (Salvacañete, Cuenca)


El Castillo de Torrefuerte se encuentra situado a unos 10 km. de la población de Salvacañete, en la provincia de Cuenca (Castilla-La Mancha). 

No se puede acceder a él, pero sí podemos contemplar toda la finca desde diferentes promontorios. Salimos de la gasolinera de Salvacañete. A unos 6,5 km de la carretera que va a El Cañigral tomaremos un camino que sale a nuestra izquierda y que va subiendo por encima de las Casas del Valle de Carmona. Tras coronar la cima veremos una balsa (Balsa de Pradomadera). A la derecha parte un camino a Los Cortijos y el valle de Torrefuerte, pero el paso estará cortado. Debemos, por tanto, seguir recto (camino de la izquierda) hasta pasar la aldea de La Nogueruela. A un kilómetro y medio de ésta hay un pajar derruido (corral de la Teresilla), desde donde sale a nuestra derecha un camino en peor estado que nos lleva a la cima de El Portillo desde donde las vistas más próximas posibles del castillo. Es propiedad privada y no es posible su visita. 

El castillo está magníficamente conservado y su aspecto de fortaleza es imponente. Pero además tiene una arquitectura muy original, con una planta cuadrada unida a un arco con ocho altísimos torreones circulares. Este castillo se llamó primero de las Veguillas, luego paso a Torrefuerte de las Veguillas para quedarse finalmente con el nombre de Torrefuerte. 

Es una especie de castillo-vigía que controlaba los pasos a Aragón y Valencia, gracias a una amplia perspectiva. Está enclavado en el caserío deshabitado de Torrefuerte, situado en el límite del término municipal de Salvacañete, al norte de la población, y en el límite de Cuenca con la provincia de Teruel. 

La fortaleza es original del siglo XIII. La Torre del Homenaje estaba cubierta con tejas. La puerta principal de acceso cuenta con un espectacular arco románico, de medio punto. El interior del patio de armas distribuye una serie de viviendas, adosadas a la muralla, como una ciudad interior. Las troneras superiores hablan de una reforma del siglo XV, que adaptaba las fortalezas al uso de la artillería. 

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