El Castillo de Balsareny está ubicado en lo alto de una colina de 420 m. de altitud en la orilla derecha del río Llobregat sobre el pueblo homónimo de la provincia de Barcelona (Cataluña). Se trata de una fortificación ya fechada en el año 951, buen ejemplo de fortaleza de estilo gótico civil catalán y que ha estado vinculado siempre al linaje de los Balsareny, encontrándose en un excelente estado de conservación.
Hoy es bien visible desde el eje del Llobregat, desde donde el castillo destaca con sus almenas airosas. La vista sobre el río y el pueblo de Balsareny es excelente. La construcción actual está, como hemos comentado, bien conservada y tiene elementos de los siglos XIV y XV, rehabilitándose en los albores del XIX. Al lado del castillo se puede ver la capilla románica del siglo XII con modificaciones posteriores de dedicada a la Virgen del Castillo.
En los siglos X y XI, una familia que llevaba el apellido de Balsareny se instaló y ayudó a la reconquista de la tierra que estaba en manos de los sarracenos. El primer personaje que aparece con este nombre es un vicario condal, Guifred de Balsareny. Su hijo Guillermo sustituyó al célebre abad Oliba como obispo de Vic, y su nieta Guisla se casó con el conde de Barcelona Berenguer Ramón I. Desde finales del siglo XI hasta el XIII era regido por su hijo Bernat Ramón y Pere Bernat de Manresa. En este castillo se alojó el rey Juan I, que elogió la calidad de sus vinos que fueron presentados para la ocasión al rey.
En el año 1339, el rey Pedro III el Ceremonioso concede a la ciudad de Manresa la construcción de una acequia que comenzaba bajo el castillo de Balsareny, creándose un gran conflicto. En 1392 la familia Peguera compran el castillo y se establecen allí hasta el año 1497. En el siglo XVI los propietarios serían la familia Oliver, hasta los inicios del siglo XVII, cuando el bandolerismo se apropia de la zona, pues el castillo constituyó un refugio clave para los bandoleros. Una vez recuperado fue adquirido por la familia Corberá-Santcliment, pero en el siglo XIX pasó a manos de la familia De Martín y con la boda de un descendiente de esta familia con la hija de los marqueses de Alós, pasó a su propiedad, y los nuevos Marqueses de Alós mantuvieron su residencia en el castillo hasta el año 1976.
A causa de haber sido bien planificado y edificado, de acuerdo con el plan previo y en una sola campaña constructiva, es uno de los pocos castillos regulares y homogéneos de la Cataluña central. De forma pentagonal, conserva el edificio mayoritariamente su estado del siglo XIV, pero con vestigios de la época románica del siglo XII como el resto de hiladas de piedra de la parte septentrional y la estructura del patio. Tiene dos plantas: la inferior está estructurada a lo largo de un patio, casi rectangular, rodeado de una galería con varias cámaras destinadas a servidores y guardianes, la bodega (donde aún hay una tinaja de la época), las cuadras y la mazmorra. En la superior se accede por una escalinata que lleva a otras dependencias: cámaras, cocina y salones. Todas las cámaras de esta planta están cubiertas por un techo de vigas. En la cima están las almenas, con una aspillera en medio, característicos de los últimos siglos medievales. En los lienzos se abren varios vanos, entre los que destacan los del tipo alfiz, ingeniosa resolución gótica de la época.
Cabe destacar, sobre todo, la canalización de agua por dos tuberías de piedra desde los tejados que confluyen en una gran cisterna, con un brocal, en el subsuelo del patio. Durante el siglo XIX se rodeó el edificio con una muralla exterior y dos torreones donde se guardaba la artillería defensiva de la construcción.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
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