El Castillo de Benidorm se encuentra localizado en un pequeño promontorio que separa las playas de Poniente y Levante de la ciudad de Benidorm, en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana).
El
núcleo medieval de Benidorm comenzó a edificarse en la parte
septentrional de la colina de Canfali, en el centro de la pequeña
ensenada y frente a la isla del mismo nombre. Su emplazamiento está
en función de la actividad pesquera de la que mantenían los escasos
pobladores del contorno que, a mediados del siglo XVI, sólo contaba
con un castillo encaramado en lo alto de la peña y unas cuantas
alquerías no muy distantes, imposibilitados para ampliar el
asentamiento a causa de la constante presencia de los piratas que se
refugiaban en el islote, del que habían hecho “...el abrigo de
corsarios maior que ay en este Reyno...”. El promontorio sobre el
que se alzaba el castillo estaba rodeado totalmente por el mar, y en
su parte más alta se alzaba la edificación medieval, que formaba un
recinto casi rectangular, dentro del cual se alojaba una pequeña
iglesia, el polvorín, la cárcel, el matadero y unas pocas
construcciones que constituían el municipio benidormí. El conjunto
quedaba aislado de tierra firme mediante un puente levadizo (Beviá
García, Camarero Casas, 1988).
El
estado de conservación de las defensas de Benidorm en los albores
del siglo XVI es francamente lamentable. En las Cortes de Monzón del
año 1.528 se elevó una petición a los tres brazospara que se
proveyera de lo necesario para la defensa de la costa, que trajo como
consecuencia las obras de refortificación de la plaza durante los
años 1.534 y 1.535, encargados por parte de don Bernardino de
Cárdenas al picapedrero micer Martín bajo la supervisión del
ingeniero Joan Cervelló (Beviá García, 1988). Estas obras, de una
amplia solidez, pasaron con el aprobado alto el informe del año
1.543, donde sólo se diseñan pequeñas reformas con un gasto de 40
libras, con una pequeña reparación en las murallas. Para defender
la plaza se destinó una compañía de 50 soldados al mando de un
capitán (Requena Amoraga, 1997).
No
sería hasta el año 1.561, en el memorial redactado por Antonelli il
Vecchio, cuando se planteará una reforma integral de la
fortificación y una repoblación del lugar, recordando que fue
sucesivamente despoblado por los continuos ataques piratas producidos
durante el siglo XV, como el producido en el año 1.410, cuando
cuatro embarcaciones de moros asaltaron la villa hiriendo a algunos
cristianos, cautivando a otros y llevándose algunas barcas; o los
violentísimos ataques de agosto de 1.447, donde el lugar quedó
nuevamente despoblado y obligó a montar guardias para vigilar la
zona (Hinojosa Montalvo, 2004).
Según
el plano de Vespasiano Gonzaga de 1.575, el recinto del castillo
estaría formado por una muralla que se adapta a la forma del
promontorio, creando un largo rectángulo, más ancho en la parte de
tierra, que encierra unas pocas edificaciones, tal y como los
documentos de la época mostraban para la época medieval y os
inicios de la edad moderna. En la muralla destacan dos pequeños
torreones circulares de adscripción medieval, y otros dos cubos
semicirculares en las esquinas del paño que mira hacia el interior,
que se cree que se tratan de las obras levantadas por el Duque de
Calabria en el año 1.535. Sobre este trazado pre-existente es el que
Gonzaga plantea la construcción de un fuerte con una tenaza que
abarcaba los dos cubos citados.
En
los años siguientes continuó una clara reforma de la fortificación
tras pasar de manos de la Corona a ser propiedad de la familia
Fajardo, que poco a poco desembocó en un paulatino abandono. Si
sabemos que a principios del siglo XIX lo que quedaba del castillo
fue casi enteramente destruido por el bombardeo que los ingleses
realizaron al retirarse las tropas napoleónicas. De esas ruinas, hoy
apenas quedan restos visibles.
Las
excavaciones realizadas en la plataforma del castillo en el año
1.993 por el arqueólogo José Ramón Ortega, permitieron documentar
los escasos restos de la cortina marítima que conformaba el recinto
amurallado de Benidorm. Los trabajos de salvamento se realizaron con
el el objetivo de repavimentar el mirador turístico de Benidorm,
exhumando unos muros que pertenecían a la línea del adarve de la
muralla occidental de la fortificación fechada en el siglo XV,
gracias a los materiales hallados en las zanjas de fundación. El
resto de la fortificación se halla oculto por las obras actuales que
se realizaron para la puesta en valor y la construcción del actual
mirador.
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