viernes, 22 de noviembre de 2019

Castillo de Benidorm (Alicante)


El Castillo de Benidorm se encuentra localizado en un pequeño promontorio que separa las playas de Poniente y Levante de la ciudad de Benidorm, en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). 

El núcleo medieval de Benidorm comenzó a edificarse en la parte septentrional de la colina de Canfali, en el centro de la pequeña ensenada y frente a la isla del mismo nombre. Su emplazamiento está en función de la actividad pesquera de la que mantenían los escasos pobladores del contorno que, a mediados del siglo XVI, sólo contaba con un castillo encaramado en lo alto de la peña y unas cuantas alquerías no muy distantes, imposibilitados para ampliar el asentamiento a causa de la constante presencia de los piratas que se refugiaban en el islote, del que habían hecho “...el abrigo de corsarios maior que ay en este Reyno...”. El promontorio sobre el que se alzaba el castillo estaba rodeado totalmente por el mar, y en su parte más alta se alzaba la edificación medieval, que formaba un recinto casi rectangular, dentro del cual se alojaba una pequeña iglesia, el polvorín, la cárcel, el matadero y unas pocas construcciones que constituían el municipio benidormí. El conjunto quedaba aislado de tierra firme mediante un puente levadizo (Beviá García, Camarero Casas, 1988). 

El estado de conservación de las defensas de Benidorm en los albores del siglo XVI es francamente lamentable. En las Cortes de Monzón del año 1.528 se elevó una petición a los tres brazospara que se proveyera de lo necesario para la defensa de la costa, que trajo como consecuencia las obras de refortificación de la plaza durante los años 1.534 y 1.535, encargados por parte de don Bernardino de Cárdenas al picapedrero micer Martín bajo la supervisión del ingeniero Joan Cervelló (Beviá García, 1988). Estas obras, de una amplia solidez, pasaron con el aprobado alto el informe del año 1.543, donde sólo se diseñan pequeñas reformas con un gasto de 40 libras, con una pequeña reparación en las murallas. Para defender la plaza se destinó una compañía de 50 soldados al mando de un capitán (Requena Amoraga, 1997).

No sería hasta el año 1.561, en el memorial redactado por Antonelli il Vecchio, cuando se planteará una reforma integral de la fortificación y una repoblación del lugar, recordando que fue sucesivamente despoblado por los continuos ataques piratas producidos durante el siglo XV, como el producido en el año 1.410, cuando cuatro embarcaciones de moros asaltaron la villa hiriendo a algunos cristianos, cautivando a otros y llevándose algunas barcas; o los violentísimos ataques de agosto de 1.447, donde el lugar quedó nuevamente despoblado y obligó a montar guardias para vigilar la zona (Hinojosa Montalvo, 2004). 

Según el plano de Vespasiano Gonzaga de 1.575, el recinto del castillo estaría formado por una muralla que se adapta a la forma del promontorio, creando un largo rectángulo, más ancho en la parte de tierra, que encierra unas pocas edificaciones, tal y como los documentos de la época mostraban para la época medieval y os inicios de la edad moderna. En la muralla destacan dos pequeños torreones circulares de adscripción medieval, y otros dos cubos semicirculares en las esquinas del paño que mira hacia el interior, que se cree que se tratan de las obras levantadas por el Duque de Calabria en el año 1.535. Sobre este trazado pre-existente es el que Gonzaga plantea la construcción de un fuerte con una tenaza que abarcaba los dos cubos citados. 

En los años siguientes continuó una clara reforma de la fortificación tras pasar de manos de la Corona a ser propiedad de la familia Fajardo, que poco a poco desembocó en un paulatino abandono. Si sabemos que a principios del siglo XIX lo que quedaba del castillo fue casi enteramente destruido por el bombardeo que los ingleses realizaron al retirarse las tropas napoleónicas. De esas ruinas, hoy apenas quedan restos visibles. 

Las excavaciones realizadas en la plataforma del castillo en el año 1.993 por el arqueólogo José Ramón Ortega, permitieron documentar los escasos restos de la cortina marítima que conformaba el recinto amurallado de Benidorm. Los trabajos de salvamento se realizaron con el el objetivo de repavimentar el mirador turístico de Benidorm, exhumando unos muros que pertenecían a la línea del adarve de la muralla occidental de la fortificación fechada en el siglo XV, gracias a los materiales hallados en las zanjas de fundación. El resto de la fortificación se halla oculto por las obras actuales que se realizaron para la puesta en valor y la construcción del actual mirador.

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