La fortaleza o Castillo de Benizar se encuentra situada en una impresionante formación rocosa que se yergue en las cercanías de la población de Moratalla, en la Región de Murcia.
El castillo se levantó sobre la cumbre de un
cerro amesetado que presenta singulares características naturales
para ser aprovechado como fortificación, más aún cuando a sus
pies, nace y discurre el arroyo de Benizar, con lo que se aseguraba
el suministro con relativa facilidad de abundante de agua. Desde la
cima del monte se divisan extensos y alejados campos, así como los
núcleos de población de Benizar, El Villar y Otos.
El
acceso se efectúa por la carretera que, desde el núcleo urbano de
Benizar conduce a El Sabinar. A un kilómetro aproximadamente del
punto de partida, comienza un camino forestal, impracticable para
vehículos convencionales, que lleva a la fortaleza. No obstante, una
vez allí, es imposible acceder al recinto superior, al haberse
perdido todo rastro de medio de subida.
Según
algunos estudios, la construcción del castillo de Benizar se puede
situar en los últimos tiempos de la dominación islámica sobre la
zona, sin que se pueda precisar más allá de un espacio comprendido
entre el siglo XI o el XII. Sin embargo, tras la conquista
castellana, pasaría a formar parte del complejo despliegue defensivo
que mantuvo la Orden de Santiago en el noroeste del reino de Murcia,
para hacer frente al peligro fronterizo con Granada, así como para
su propio ejercicio de poder en los territorios que domina.
El
recinto inferior está prácticamente arrasado en la actualidad, y
destaca en su interior una serie de grandes aljibes que asegurarían
la autonomía de la fortificación en caso de sitio. Pero lo más
destacable es el recinto superior, construido aprovechando un elevado
macizo rososo que lo hace tan inexpugnable que hoy día es imposible
su acceso, lo que ha contribuido a su excelente estado de
conservación.
Los
restos de la fortificación denotan que, cuando fue construido, el
castillo de Benizar tenía dos recintos claramente diferenciados: El
exterior se adaptó perfectamente a la cima del cerro, y hoy día han
desaparecido buena parte de los muros y torreones que una vez hubo de
tener. No obstante, los restos de estas estructuras son apreciables
en los flancos este y norte; además, en el interior de este extenso
perímetro se conservan varios aljibes y restos de lo que una vez
fueron viviendas, aunque se encuentran muy maltrechos por el
transcurso del tiempo, excavaciones clandestinas, y por haber sido
convertido este espacio en un campo de almendros.
El
segundo recinto, que caracteriza la imagen de esta espectacular
fortaleza, se elevó sobre el anterior aprovechando la existencia de
un gran macizo calcáreo que se yergue unos 45 metros sobre la cima
del monte. De éste es perfectamente visible lo que pudo ser la torre
del homenaje, que presenta un buen estado de conservación, con sus
alzados originales, sus almenas y su puerta. En torno a este torreón,
y circunvalando esta inexpugnable altura, existen restos de un
recinto amurallado y un aljibe.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
regmurcia.com
Galería:
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