El Castillo de Cervelló se alza sobre un cerro del macizo de L´Ordal, situado a menos de 2 km. de la localidad homónima de la comarca del Baix Llobregat, en la provincia de Barcelona (Cataluña).
Fue construido en el siglo IX, siendo Conde de
Barcelona Guifré el Pelós (878-897), como parte de un conjunto de
fortificaciones que defendían la frontera del Llobregat contra los
musulmanes andalusíes hasta el siglo XI, entre las que se
encontraban también los castillos de Castellnou de Cervelló (Santa
Coloma de Cervelló), con el que tenía contacto visual, Castellciuró
(Molins de Rei), Sant Jaume (Castellví de Rosanes), Eramprunyà
(Gavà) y Castelldefels entre otros. Su estratégico emplazamiento le
permitía dominar parte del valle bajo del río Llobregat y el
antiguo camino que iba de la ciudad de Barcelona hacia el Penedés.
Las primeras referencias documentales datan del año 904, cuando
pertenecía al Conde de Barcelona Guifré Borrell. Parece ser que en
este tiempo el conde residía en la fortaleza. En el año 992 los
condes Ramón y Ermengol vendieron el castillo y el término a Ènnec
Bonfill, dando origen este último a los Cervelló. De las numerosas
tierras que la familia Cervelló había adquirido de toda Cataluña,
en 1297, Guerau de Cervelló vendió el castillo a Jaume II por un
valor de 130.000 sueldos. En 1390 Joan I lo vendió a la ciudad de
Barcelona. El linaje de los Cervelló permaneció ligado a la comarca
hasta bien entrado el siglo XIII.
Según cuenta la tradición,
el Castillo de Cervelló se salvó de la terrible razzia de
Al-Amansur de 985 durante la cual los musulmanes arrasarían
numerosos castillos cercanos a la ciudad condal, incluida la misma
ciudad de Barcelona. Se cuenta que la fortaleza sirvió de refugio a
los barceloneses. En 1224 fue semidestruido por Jaime I durante la
guerra contra Joan II, y en 1714, durante la Guerra de Sucesión, el
rey Felipe V ordena su demolición, quedando en estado de ruina y
abandonado desde entonces.
El
castillo fue levantado sobre un cerro protegido por barrancos en
algunos lados. Su planta era muy alargada e irregular, con una
longitud de entre 80 y 90 metros y no más de 25 metros en su parte
más ancha, variable según los tramos. La fortificación se divide de
dos recintos, el superior y el inferior.
El recinto superior
servía de residencia al señor del castillo y en él se abría
puerta de entrada siendo la parte mejor defendida del conjunto. Este
recinto conserva los restos más significativos de la fortaleza,
destacando una torre de sillería construida sobre roca natural, de
planta rectangular y considerable altura. También se conserva gran
parte de la muralla que lo protegía y restos de dependencias
nobles.
El recinto inferior, en peor estado de conservación,
era de mayor extensión y estaba protegido por la orografía del
terreno. Conserva las ruinas de la capilla, construida posiblemente
en el XIII, de planta rectangular, fábrica de sillería y pequeñas
dimensiones, algunos pocos restos de la muralla, una cisterna
circular, estructuras excavadas en la roca y restos de estancias,
destacando una sala que conserva una bóveda apuntada.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Ricard Ballo (Fotos)
Galería:
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