El Castillo de Cervera del Río Alhama se encuentra situado en lo alto de la Peña de San Antonio, que domina y parte en dos la población homónima de la Comunidad de La Rioja.
Parece
ser que sus orígenes se remontan a época celtibérica, cuando
pudieron existir dos recintos cerrados tipo torre. En época romana
se consolidarían las primitivas defensas y se crearían otras
nuevas. En época musulmana se desarrollaría el recinto superior,
vinculado en el siglo VII con la administración de la familia
visigoda conversa de los Banu Casí. Tras la reconquista cristiana se
desarrollarían las dependencias internas en aras de la
habitabilidad. Se tienen noticias del siglo XII, siendo los restos
que se conservan hoy día de los siglos XIII y XIV, además de las
transformaciones realizadas durante las guerras carlistas, como la
transformación de almenas en aspilleras.
La villa de Cervera
fue conquistada en el siglo XI por Alfonso I de Aragón el
Batallador, aunque pronto pasó al reino de Castilla, formando parte
de la frontera frente a Navarra y Aragón. Entre 1123 y 1132 fue su
tenente Pedro Tizón, y en 1151 Don Gutierre. En 1304 Fernado IV lo
cedió al infante Alfonso de la Cerda. Años más tarde Enrique II de
Trastamara lo donó junto con la villa a Duguesclin, quien cedió
castillo y villa, en 1370, a Juan Ramírez de Arellano, quedando así
incorporado al Señorío de Cameros.
Posteriormente el
recinto del castillo sería utilizado como acuartelamiento, por lo
menos hasta la Guerra de la Independencia, a partir del cual, y a
pesar de usos muy puntuales, se va produciendo un progresivo abandono
que daría lugar a su situación de ruina. Su compleja estructura
está formada por un conjunto de estructuras defensivas
materializadas en distintos lienzos de muralla adaptados a la
topografía y forma de la cima de la peña rocosa sobre la que se
asienta.
El castillo presenta una planta muy alargada en
dirección norte-sur, más estrecha hacia el sur, y se divide en
varios recintos cerrados por dos cinturones amurallados. Presenta
además sendos baluartes en sus extremos este y oeste.
En el
lado oeste se encontraría la parte noble, con la gran torre del
homenaje y su aljibe subterráneo. Aquí estaba el llamado mirador
de la princesa, un ventanal geminado que se desplomó en los años
7.
El acceso principal se encontraba en el noreste del cerro
La peña, y contaba con un recinto defensivo previo desarrollado en
ladera con portón de entrada que hacía de primera defensa del
conjunto. En el interior del recinto existe un espacio semienterrado
posiblemente perteneciente a alguna zona habitable.
Fuentes: Wikipedia
riojaturismo.com
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