viernes, 22 de noviembre de 2019

Castillo de Berlanga de Duero (Soria)


El Castillo de Berlanga de Duero se encuentra en la población del mismo nombre, perteneciente a la provincia de Soria (Castila-León). 

Fue construido entre los siglos XV, cuando tuvo la función de castillo señorial, y en el XVI, cuando se transformó en una fortaleza artillera. Con anterioridad, en los siglos X y XI, hubo una fortaleza musulmana que, en el siglo XII, tras la conquista castellana, se amplió con el cinturón exterior amurallado que aún conserva. 

Bordeada por el río Escalote y abrazada por el Duero, se corona por la imponente silueta del castillo que la vigila desde el Coborrón. El conjunto monumental está formado por los restos de la fortaleza tardomedieval (siglo XV), la fortaleza artillera de época renacentista (siglo XVI), la muralla que ciñe el cerro en su base (siglo XII) y el Palacio de los Duques de Frías (siglo XVII). Este conjunto se inició entre los años 1460 y 1480 por encargo de D.Luis Tovar y Doña María de Guzmán, que ordenaron levantar el castillo señorial, para servir de fortaleza defensiva y residencia militar, sobre un castillo anterior situado en lo alto del cerro, donde se localizaba la primitiva villa de Berlanga, protegida por la muralla musulmana a los pies del cerro. 

En el año 1512 se proyectó u comenzó a ejecutar el nuevo castillo, configurado como una fortaleza artillera, con fines militares. Esta nueva fortaleza se adaptó tanto a la topografía abrupta del terreno como a la construcción anterior, el castillo medieval señorial. En el programa constructivo de los linajes Tovar y de los Duques de Frías se encontraba además levantar el palacio en el interior del recinto de la muralla del siglo XII, adaptado a los nuevos modos de vida. Este palacio y sus jardines intramuros, estructurados en diversos niveles, sufrieron en el año 1811 un incendio y una destrucción por parte de las tropa napoleónicas, por lo que en la actualidad sólo se conserva su fachada principal. 

El castillo señorial, del siglo XV, preseta planta rectangular, en la que destaca el cubo de planta circular en el ángulo sur y la Torre del Homenaje en el lado opuesto. En el interior, dos patios articulan el espacio: uno, a la entrada, más sencillo que funcionaba como Patio de Armas; el otro se planteó como patio palaciego porticado, con columnas góticas y que tiene en el centro un aljibe con una conducción que lleva al depósito de agua. 

A partir del castillo medieval, en el siglo XVI se construyó la fortaleza artillera, que tiene planta rectangular con potentes cubos en cada ángulo, orientados a los puntos cardinales. Los dos delanteros albergan sendas casamatas para instalar la artillería de la fortaleza. Los muros, levantados con piedra de sillería de buena calidad, tienen cinco metros de espesor y se rematan con un parapeto inclinado para desviar los impactos de la artillería enemiga. 

Fuente: Castillos del Olvido

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