jueves, 21 de noviembre de 2019

Castillo de Bélmez de la Moraleda (Jaén)


El Castillo de Bélmez de la Moraleda se encuentra situado a unos tres kilometros del pueblo homónimo de la provincia de Jaen (Andalucía). Al parecer es de manufactura musulmana, de mediados del siglo XIII, construido por los almohades. Se ubica a media ladera de un gran macizo montañoso a una altitud de 1010 metros, controlando una pequeña vega que se abre hacia el sur. 

En el castillo hay que distinguir tres recintos principales: la Torre del Homenaje, el Alcazarejo y el albacar. 

La Torre del Homenaje es de planta rectangular con unas dimensiones de 18,15 por 14,80 metros y que se encuentra en el centro de la fortificación, debiendo alcanzar los 20 metros de altura. Toda su obra está actualmente hundida, pero se puede ver claramente que tuvo tres pisos. El primero, a nivel del suelo, cubriría un sótano o aljibe con bóveda apuntada de grandes proporciones. El primer piso comprendía una sala alargada cubierta por una bóveda reforzada con dos arcos fajones y otros dos, más bajos, situados en la cabecera y el pie del edificio; todos ellos están levemente apuntados. Aparte del vano de la puerta, adintelado y de unos 1,85 metros de altura, se abren cuatro saeteras al exterior. Al segundo piso se accedía por una escalera de obra exenta que tuvo dos vuelos. Toda la obra es de mampostería regular muy ripiada, con sillería en ángulos, puertas y demás vanos. El interior es de mampostería más menuda y con yeso y ladrillo. Posee dos grandes ventanales. 

En segundo lugar está el Alcazarejo o castillo propiamente dicho. Ocupa la explanada alargada de un promontorio al oeste de la Torre del Homenaje. Actualmente esta muy arruinado y cubierto de vegetación y tierra suelta. Se construyó excavando parcialmente la ladera, rellenándose el interior hasta quedar el nivel del suelo a la altura del adarve. Tiene planta rectangular de 55 por 28 metros y conserva siete torreones, cuatro de planta cuadrada y 3,5 m. de lado, y uno rectangular de 8 por 5 m.; también hay  dos torreones semicirculares en el lado noroeste, uno de ellos con restos de almenado. Fuera del castillo propiamente dicho hay restos de un posible aljibe, de planta rectangular,muy enlucido con mortero árabe. 

Por último, tendríamos el Albacar, que ocupa un terreno notablemente extenso, apurando el segundo nivel del cerro. De los muros de este recinto quedan escasos vestigios, que apenas nos permitirían adivinar su trazado original, sino fuera porque el fuerte talud que los precedía lo hiciese evidente. 

Los muros son de mampostería regular y relleno de piedras  barro. En la parte superior de la alcazaba, junto al castillo, hay un friso enlucido de 8 metros de largo y los restos de una torre que pudiera ser el alminar de una mezquita. También existe una torre albarrana, para cubrir los ángulos muertos de la fortaleza. Los dos recintos amurallados concéntricos delimitarían un área de hábitat anexo al castillo propiamente dicho. Parece que tanto el castillo como el albacar son obras musulmanas de la segunda mitad del siglo XIII, siendo la torre del homenaje de manufactura cristiana, ejecutada una vez conquistada la fortaleza en al año 1316.

 El origen islámico del castillo y del asentamiento asociado parece ser corroborado por la toponimia. El término "Bélmez" tiene un claro origen árabe del siglo XI, y su significado literal "abrigo, vestido", estaría asociado a la protección que le ofrecñia el círculo montañoso que rodeaba a la pequeña vega que controla. Tal protección y el obstáculo que impedía el control total visual del Valle de Jandulilla hizo que una vez conquistado por los castellanos tuvieran que construir dos torres vigía, la Torre del Sol y la Torre del Lucero, en las alturas próximas para vigilar el paso natural. 

Sería en la época nazarí cuando este castillo alcanzaría su mayor importancia estratégica, como elemento clave en la defensa de la zona. Bélmez formaba parte del alfoz que Fernando III había prometido entregar a Baeza en el año 1243 para cuando se conquistase. Pero el Pacto de Jaén entre este rey y Muhammad I dejó el castillo en tierra musulmana y selló su destino ulterior de plaza frontera nazarí con el reino castellano. En julio de 1316, Don Pedro, infante de Castilla, tomó la fortaleza después de un asedio de 21 días. 

En el año 1368, aprovechando la guerra civil que enfrentaba a la obleza castellana, los nazaríes reconquistaron el castillo, la plaza de Bélmez y otras plazas cercanas. Tras los intentos fallidos de 1431 y 1436, será en 1448 cuando las gentes del Concejo de Baeza arrebataran definitivamente el castillo a los granadinos. En el año 1464 sufriría el asedio de los partidarios de la nobleza frente al rey Enrique IV, circunstancia que se repetiría en el año 1476. Una vez conquistada Granada, el castillo debió perder su función defensiva. En la segunda mitad del siglo XVI, la Relacion de Pueblos ordenada por Felipe II nos informa de que tanto la villa de Bélmez como el castillo lo tiene a censo perpetuo concedido por la ciudad de Granada a Don Alonso de Carvajal, señor de la Casa de Jódar. 

Importancia tiene la circunstancia de que en las laderas del cerro donde se asienta el castillo se encontró una valiosa colección de fragmentos de cerámica vidriada de color melado con goterones de manganeso, predominando las formas abiertas, de gran importancia arqueologica. Asimismo había abundante cerámica nazarí y bajo medieval cristiana. 

Fuente: Wikipedia

Galería:








No hay comentarios:

Publicar un comentario