El Castillo de Sant Gervás se encuentra situado sobre un afloramiento rocoso desde donde domina el Valle de Barcedana, al norte del macizo del Montsec de Rúbies a un par de kilómetros de la localidad de Sant Miquel de la Vall, perteneciente al término municipal de la población de Gavet de la Conca en la comarca de Pallars Jussá de la provincia de Lleida (Cataluña).
Se puede llegar desde Sant Miquel por una
buena pista señalizada que en 2 kilómetros lleva, primero a la
ermita de Sant Gervás, y tras otros poco más de 100 metros a las
ruinas de la fortaleza.
Se
trata de un castillo de los siglos X-XI construido pos cristianos en
un tiempo en que una parte de la Sierra del Montsec era zona
fronteriza entre territorios cristianos del condado de Pallars y
musulmanes del distrito de Lérida, territorio perteneciente a la
Marca Superior de Al-Andalus, ubicado al sur, al otro lado de la
sierra.
La barrera natural que proporcionaba la propia sierra
fue complementada con la construcción por parte de los cristianos de
numerosas fortificaciones de este a oeste a lo largo de la sierra que
vigilaban y protegían el territorio y los principales pasos ante
cualquier intento de los moros de atravesar la sierra.
El
castillo formó parte de las defensas condales que
defendían la frontera del Montsec frente a los moros leridanos, y
fue levantado en una estratégica posición, ya que controlaba el
acceso al condado desde el desfiladero de Terradets hasta Hostal
Roig. La fortaleza era de vital importancia en cuanto a la defensa y
control de acceso a tierras condales.
En el siglo XIII, por
diferentes razones, como las epidemias de peste, las luchas feudales
o las migraciones a tierras mejores, y alejado el peligro musulmán,
el castillo pierde importancia y entra en decadencia. En el siglo XIV
(1310), tras luchas entre señores feudales, el castillo es comprado
por el priorato de Meiá. En el siglo XV es abandonado.
El
castillo se componía de un recinto amurallado bastante amplio, de
planta semejante a un triángulo, que encerraba una superficie de
unos 1.200 metros cuadrados. Disponía de una torre circular en cada
uno de sus tres ángulos. Estas torres de la muralla se dividían de
tres pisos y estaban comunicadas por el camino de ronda. En medio del
muro este se alzaba la gran torre o Torre del Homenaje. Se cree que
la gran torre es la parte más antigua de la fortaleza. Es posible
que sea del siglo X.
De la muralla se conservan fragmentos de
dos muros adosados a la única torre conservada del recinto
amurallado, ésta parcialmente en ruinas, y de considerable altura.
En la parte superior de los muros, a intramuros, se ven unas
oberturas con forma de arco de medio punto que al exterior se
convierten en aspilleras. El aparejo de la muralla es de sillares,
más bien pequeños, bien escuadrados y colocados en hiladas
regulares.
La gran torre, a pesar de estar agrietada y en
estado de ruina, aún hoy impresiona por su volumen y gran altura,
más de 15 metros. Es de trazado circular y fue construida
directamente sobre la roca, dividiéndose al menos tres plantas, con
grosor de muro en la base de casi 2 metros. Se conserva la puerta de
ingreso, con forma de arco apuntado y practicada en altura, al nivel
de la segunda planta. Pueden verse aspilleras en su estructura, en la
parte superior. Construida con mezcla sillería y sillarejo. En las
hiladas inferiores los sillares son de mayor tamaño que en el
resto.
En un extremo del recinto se asentaba la antigua
población de Sant Gervás, de la que actualmente quedarían
cimientos. Hace algunos años se realizaron excavaciones
arqueológicas en el recinto de la fortaleza durante las cuales se
reconstruyeron algunas partes.
Se
encuentra en estado de ruina, parcialmente consolidadas.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Galería:
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