El Castillo de Oliola se encuentra situado en un cerro adosado a esta localidad situada en la comarca de la Noguera de la provincia de Lleida (Cataluña).
La
villa fue colonizada en 1035, aunque la reconquista había tenido
lugar en 908. El primer señor de su castillo fue Pere de Puigverd.
Perteneció en origen al Condado de Urgell y más tarde a la casa de
Cardona, a la que perteneció hasta el fin de los señoríos.
En
1164, Pedro de Puigverd legó a su hijo Pedro todos los bienes que
poseía en Oliola. En 1172 se tiene constancia de que los castillos
de Oliola, Puigverd y Tudela de Segre eran legados a Ramón, hijo de
Ramón Bernat, el testamento sacramental (oral y ante testigos) del
cual, había sido jurado ese año a la iglesia del Castillo de
Biosca. La señoría de Oliola, sin embargo, continuaba perteneciente
a la familia Puigverd y así se hace evidente aún el siglo XIII. El
año 1243, en su testamento, Berenguer de Puigverd aparece como señor
de los castillos de Puigverd, Oliola, Puentes, Agramunt, Barberà,
Prenafeta, Miramar y Figuerola.
A
finales del siglo XIV, Oliola y su término, con 12 fuegos, constan
como posesión del Conde de Urgell. En el año 1427, por el
testamento de Ramón de Casaldáliga, se sabe que este era señor del
castillo y la villa de Oliola. En el siglo XVI, Oliola se convirtió
en una baronía del Casal Cardona, familia que señoreó el lugar
hasta la desmortización del siglo XIX.
El
castillo se encuentra en la cima de la colina en la vertiente
meridional se extiende el pueblo de Oliola. En un plano más bajo, a
levante de la colina se encuentra la iglesia románica de Sant Tirs.
El castillo responde a las características de los castillos de
frontera, formado sólo por una torre y un recinto, pero los restos
que se han conservado son escasas. En el espolón situado al oeste de
la cima hay restos de una torre de base cuadrada que hacía unos 4,5
metros de lado y de la que se conserva una altura entre uno y dos
metros, hecha con aparato de sillares escuadrados y largos,
recordando a la técnica constructiva del siglo XI.
Este
cerradura de muro se apoya en una roca de unos 6 metros de alto, en
el lado noreste de la que arranca un muro de tapia que podría
corresponder al muro perimetral del recinto. En
la vertiente este se encuentra otro cerradura de muro adosado en una
roca. Está hecho de mampostería de mortero con piedra irregular en
la base y sillares de piedra desbastada que forman un ángulo en la
parte superior. Podría haber formado parte de una torre en el flanco
de levante.
Este
recinto, supuestamente rodeado por el muro de tapia que arranca de la
torre superior, se extendía hacia levante un centenar de metros. En
el lado meridional, quedan trazas de un valle defensivo artificial
hecho a base de vaciar tierra.
Realmente
el castillo está totalmente en ruina y tan sólo se pueden observar
unos pequeños lienzos de su antigua muralla que lo circundaba,
puesto que el interior y sus dependencias están totalmente
arrasadas.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Galería:
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