El Castillo de Santa Florentina es una antigua construcción del siglo XI que se encuentra situada en el municipio de Canet de Mar de la comarca del Maresme de la provincia de Barcelona (Cataluña).
Su
planta se levantó sobre una antigua fortificación romana. Su primer
propietario, fue Guadimir de Canet. Dicha propiedad ya apareció
documentada desde 1217.
En
el siglo XI, el castillo se convirtió en una masía fortificada con
el objetivo de impedir los asaltos de los piratas de la época. En el
siglo XIV, el caballero noble Ferrer
Canet,
quien también fue consejero de Alfonso
el Magnánimo,
construye dos torres en el edificio. Más adelante, también se
realiza una capilla dedicada a Santa
María.
En
el año 1908, fue la sede de estancia de Alfonso XIII, que concedió
el título de conde de Canet a Ramón de Montaner. Finalmente,
en este mismo siglo el
propietario del castillo encarga su restauración y su ampliación a
su sobrino Lluís Domènech i Montaner, un arquitecto modernista.
Desde entonces, el castillo presenta maravillas arquitectónicas como
vitrales coloreados, mármol para los suelos con artesanado, maderas
talladas en los techos, cerámicas, hierro forjado, etc.
Las
gárgolas de su fachada fueron realizadas por el escultor Carles
Flotats i Galtès. Se convierte así en una residencia palacio con un
toque medieval muy atractivo. Este castillo paso en el siglo
XX a los actuales propietarios, la familia Campany, que la han
convertido en un establecimiento hostelero dedicado a celebraciones
civiles.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Galería:
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