El Castillo de la Roqueta se asienta sobre un cerro rocoso a unos 720 m. de altitud en mitad de la sierra inmediata a la de Queralt a poco más de 10 kilómetros de la localidad de San Martín de Tous en la comarca de Anoia de la provincia de Barcelona (Cataluña).
Desde Sant Martí de Tous se puede llegar a las
ruinas por la carretera C-241e en dirección Santa Coloma de Queralt.
En el punto kilométrico 8 hay que tomar un desvío a la izquierda
con indicador bien visible hacia la ermita de la Roqueta y Bellprat.
Continuando por esta carretera, aún asfaltada, a casi 6 kilómetros
hay que tomar el desvío a la izquierda hacia la ermita.
A
comienzos del siglo IX, un siglo después de la llegada de los
musulmanes a la península Ibérica, y tras largos años de luchas y
enfrentamientos, se constituyó la llamada Marca Hispánica, una zona
fronteriza entre los musulmanes del emirato de Córdoba y los
cristianos del reino franco. Las tierras catalanas pasaron a formar
parte de este territorio de frontera, y organizadas por el imperio
Carolingio en condados gobernados por condes.
Para garantizar
su frontera meridional frente a los musulmanes, los condados
catalanes construyeron entre los siglos IX y XI, y reaprovecharon
otros musulmanes, una amplia red de castillos, atalayas y torres de
defensa por toda la Marca, fortificando con más de cien castillos un
territorio muy extenso que se extendía desde Barcelona hasta el
Pallars, en tierras de Lérida. Así nacerían los castillos de
frontera catalanes. La Marca quedó estabilizada durante tres siglos
en torno al Llobregat, Cardener y la sierra del Montsec. A mediados
del siglo XI, con la disgregación del Califato de Córdoba en los
diferentes reinos de taifas, los condados catalanes pasaron a ser
territorios de avanzada y conquistadores.
Los castillos de la
Marca, estaban emplazados casi siempre en lugares fuertemente
estratégicos, sobre cerros que dominaban extensos territorios,
controlando los caminos a las principales poblaciones, situados en
medio de los valles que daban a las ciudades o pueblos, dominando las
poblaciones o el curso de los ríos de la frontera. Contaban siempre
con fortificaciones cercanas complementarias que se apoyaban entre
sí, constituyendo un eficaz sistema defensivo del territorio en la
Edad Media. Actualmente se conservan un gran numero de ellos, muchos
en ruinas, otros muy transformados y otro muchos han
desaparecido.
El castillo, construido en el siglo X, y por
primera vez documentado en el año 960, fue una de las numerosas
fortificaciones levantadas por los cristianos tras el avance condal
de reconquista a los moros de las tierras barcelonesas del Anoia en
los siglos X, y XI, para asegurar y mantener el dominio de las
tierras ganadas a los musulmanes. La Roqueta formó parte de las
fortificaciones cristianas fronterizas de la Marca Hispánica con
territorios musulmanes de la Marca Superior de Al-Andalus.
Desde
principios del siglo XI, la fortificación estuvo en poder de los
Cervelló-Alemany. En 1229, un miembro de esta familia, Guerau de
Cervelló, tras fallecer en la campaña de la conquista de Mallorca,
deja en testamento el castillo de la Roqueta al Monasterio de Santes
Creus.
El
castillo fue levantado en medio de la sierra, sobre un cerro rocoso
desde dominaba un extenso territorio de la hoy comarca barcelonesa
del Anoia. A juzgar por lo poco que se ve sobre el terreno, la
fortaleza no seria de grandes dimensiones.
Poco se conserva de
la milenaria fortaleza condal. Destaca un muro agrietado de más de
ocho metros de largo por poco más de tres de altura, con varias
aspilleras, construido con pequeños sillares, y de grosor de casi un
metro. En la parte que da a intramuros se observan dos arcos de medio
punto que podrían pertenecer a una sala, aunque también se especula
que podrían pertenecer a la antigua iglesia de Sant Miquel, hoy
prácticamente desaparecida, que acompañaba a la fortaleza
condal.
Sobre el terreno, en los alrededores del lienzo de
muro, poco se observa, pues la abundante y molesta vegetación que ha
engullido casi todo el terreno dificulta ver lo poco que queda. Se
conservan restos mínimos de muros, que podrían ser de algún
torreón.
A los pies del cerro donde se asentaba el castillo,
ligeramente apartada de él, se conserva la ermita de Santa María de
la Roqueta, de los siglos XI-XII, dedicada a la Mare de Deu del
Roser, y en buen estado de conservación.
Se
encuentra en estado ruinoso. Se conservan unos muros junto a la
parroquia de Santa María de la Roqueta.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Ricard Ballo (Fotos)
Galería:
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