miércoles, 26 de mayo de 2021

Castillo de la Roqueta (San Martín de Tous, Barcelona)

 


El Castillo de la Roqueta se asienta sobre un cerro rocoso a unos 720 m. de altitud en mitad de la sierra inmediata a la de Queralt a poco más de 10 kilómetros de la localidad de San Martín de Tous en la comarca de Anoia de la provincia de Barcelona (Cataluña). 

Desde Sant Martí de Tous se puede llegar a las ruinas por la carretera C-241e en dirección Santa Coloma de Queralt. En el punto kilométrico 8 hay que tomar un desvío a la izquierda con indicador bien visible hacia la ermita de la Roqueta y Bellprat. Continuando por esta carretera, aún asfaltada, a casi 6 kilómetros hay que tomar el desvío a la izquierda hacia la ermita. 

A comienzos del siglo IX, un siglo después de la llegada de los musulmanes a la península Ibérica, y tras largos años de luchas y enfrentamientos, se constituyó la llamada Marca Hispánica, una zona fronteriza entre los musulmanes del emirato de Córdoba y los cristianos del reino franco. Las tierras catalanas pasaron a formar parte de este territorio de frontera, y organizadas por el imperio Carolingio en condados gobernados por condes. 

Para garantizar su frontera meridional frente a los musulmanes, los condados catalanes construyeron entre los siglos IX y XI, y reaprovecharon otros musulmanes, una amplia red de castillos, atalayas y torres de defensa por toda la Marca, fortificando con más de cien castillos un territorio muy extenso que se extendía desde Barcelona hasta el Pallars, en tierras de Lérida. Así nacerían los castillos de frontera catalanes. La Marca quedó estabilizada durante tres siglos en torno al Llobregat, Cardener y la sierra del Montsec. A mediados del siglo XI, con la disgregación del Califato de Córdoba en los diferentes reinos de taifas, los condados catalanes pasaron a ser territorios de avanzada y conquistadores. 

Los castillos de la Marca, estaban emplazados casi siempre en lugares fuertemente estratégicos, sobre cerros que dominaban extensos territorios, controlando los caminos a las principales poblaciones, situados en medio de los valles que daban a las ciudades o pueblos, dominando las poblaciones o el curso de los ríos de la frontera. Contaban siempre con fortificaciones cercanas complementarias que se apoyaban entre sí, constituyendo un eficaz sistema defensivo del territorio en la Edad Media. Actualmente se conservan un gran numero de ellos, muchos en ruinas, otros muy transformados y otro muchos han desaparecido. 

El castillo, construido en el siglo X, y por primera vez documentado en el año 960, fue una de las numerosas fortificaciones levantadas por los cristianos tras el avance condal de reconquista a los moros de las tierras barcelonesas del Anoia en los siglos X, y XI, para asegurar y mantener el dominio de las tierras ganadas a los musulmanes. La Roqueta formó parte de las fortificaciones cristianas fronterizas de la Marca Hispánica con territorios musulmanes de la Marca Superior de Al-Andalus. 

Desde principios del siglo XI, la fortificación estuvo en poder de los Cervelló-Alemany. En 1229, un miembro de esta familia, Guerau de Cervelló, tras fallecer en la campaña de la conquista de Mallorca, deja en testamento el castillo de la Roqueta al Monasterio de Santes Creus. 

El castillo fue levantado en medio de la sierra, sobre un cerro rocoso desde dominaba un extenso territorio de la hoy comarca barcelonesa del Anoia. A juzgar por lo poco que se ve sobre el terreno, la fortaleza no seria de grandes dimensiones. 

Poco se conserva de la milenaria fortaleza condal. Destaca un muro agrietado de más de ocho metros de largo por poco más de tres de altura, con varias aspilleras, construido con pequeños sillares, y de grosor de casi un metro. En la parte que da a intramuros se observan dos arcos de medio punto que podrían pertenecer a una sala, aunque también se especula que podrían pertenecer a la antigua iglesia de Sant Miquel, hoy prácticamente desaparecida, que acompañaba a la fortaleza condal. 

Sobre el terreno, en los alrededores del lienzo de muro, poco se observa, pues la abundante y molesta vegetación que ha engullido casi todo el terreno dificulta ver lo poco que queda. Se conservan restos mínimos de muros, que podrían ser de algún torreón. 

A los pies del cerro donde se asentaba el castillo, ligeramente apartada de él, se conserva la ermita de Santa María de la Roqueta, de los siglos XI-XII, dedicada a la Mare de Deu del Roser, y en buen estado de conservación. 

Se encuentra en estado ruinoso. Se conservan unos muros junto a la parroquia de Santa María de la Roqueta. 

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               Ricard Ballo (Fotos)

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