sábado, 22 de mayo de 2021

Castillo de Berga (Barcelona)

 


El Castillo de Berga, también llamado Castillo de Sant Ferrán, se encuentra situado en la localidad de Berga, en la comarca del Berguedá de la provincia de Barcelona (Cataluña). 

Los restos actuales del castillo pertenecen a los siglos XVII y XVIII. Con mucha probabilidad, el castillo de Berga se encuentra edificado sobre lo que los cronistas romanos del siglo II a.C. llamaron ”castrum vergium”: una construcción defensiva de los íberos de la zona. Bajo el amparo de esta edificación militar crece lo que con el tiempo llegaría a ser la ciudad de Berga y, recíprocamente, con el crecimiento de la ciudad también lo hizo el castillo en dimensiones e importancia. 

Documentado en el año 1095, en el año 1190 pertenecía de los señores de Berga. A lo largo de este siglo y del siglo XIII se amplió considerablemente y durante el siglo XIV sus murallas se conectaron con las de la villa de Berga a la vez que se construía una nueva iglesia gótica que fue destruida en el siglo XVII. Durante toda la época moderna fue escenario de conflictos y asaltos y hubo que reconstruirlo de nuevo en el siglo XVIII y otra vez en el siglo XIX, al convertirse Berga en escenario de las Guerras Carlistas. 

A finales de este mismo siglo el ejército español lo cedió al ayuntamiento y éste lo vendió en 1928 a unos particulares. En 1940 se convirtió en zona residencial y se construyó un hotel, transformando el esquema inicial de la fortificación. En 1988 fue adquirido por el consejo comarcal del Berguedá que la transformó en su sede. Ahora se llama Castillo de San Fernando. 

Se trata de un castillo medieval situado sobre el casco antiguo de la actual ciudad de Berga, sobre una colina defendido de forma natural por un arroyo en el norte y un desnivel pronunciado en el sur. En un documento conservado del siglo XVIII se critica el mal estado del castillo y se le califica de ruinoso e inadecuado para la defensa de la población. En 1928 fue vendido a un empresario particular, en ese momento aún conservaba toda la estructura y las principales edificaciones. En 1940 fue destruida en gran parte su estructura arquitectónica original, al querer convertir la zona y la edificación en un centro turístico. 

En la actualidad solo quedan unos trozos de muro de 9 metros de longitud, 2 de altura y 0,5 cm. de espesor, en uno de los puntos más elevados de la fortaleza, en el lugar llamado Bonete: se trata de muros caracterizados por un aparato constructivo bastante irregular formado por piedras poco trabajadas a excepción de las cantoneras, donde se conservan unos sillares. Algunos obreros que trabajaron en la remodelación recuerdan la existencia de tumbas en el lugar donde actualmente se encuentra la piscina. El paramento es de una base de piedras de diversas medidas dispuestas en hiladas y unidas con mortero.

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net
               Cataluña Medieval
               Luis Puey (Fotos)

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