La Torre de la Manresana es una torre de vigilancia que está situada en el núcleo de La Manresana en el municipio de Prats del Rey de la comarca de Anoia de la provincia de Barcelona (Cataluña).
Aparece
documentada hacia el 1034, pero la construcción actual es del siglo
XII, por lo que se supone que debió sustituir una edificación
anterior más sencilla. Las primeras noticias de un lugar del término
corresponden al año 945, cuando el conde Soler y su esposa Riquilda
dieron al Monasterio de Sabta Cecilia de Monserrat bienes situados
«in campo
Sagarrensis» compuestos
por las iglesias de «Santa
Maria que dien dels Prats»,
con los altares y la villa antigua, los prados y veinte pareadas de
tierra yerma. El nombre de la Manresana aparece en el año 1012,
cuando Oliba vendió a Malafred unas tierras situadas en el lugar
llamado «Segarra»
junto
a la Torre Manresana. Organizado como castillo lo encontramos el año
1034 mencionado en una venta de tierras del condado de Manresa como
el “castillo de la Manresana”.
El
dominio del castillo estaba inicialmente en manos de la familia
Balsareny que lo poseía en alodio porque se lo había apropiado. La
apropiación la debió hacer Guifred de Balsareny, o un antepasado
suyo pero el dominio del castillo se confirma en la familia Balsareny
el año 1045 cuando, Bernat Guifred de Balsareny testa que el
castillo pasará a manos de su mujer Guasca y esta lo tenía que
dejar por el alma de ellos dos a quien quisiera. De las vicisitudes
posteriores no se sabe mucho. Es posible que fuera adquirido por el
Conde de Barcelona, directa o indirectamente.
Al
formarse el término de la villa de Prats del Rey, parece que el
castillo quedó integrado y cambió el nombre por el de castillo de
Prats o Prats de la Manresana, tal como se conoce por unos documentos
de 1276 cuando el rey Pedro III de Aragón el
Grande,
reclamó a Galcerán de Pinós la potestad de varios castillos entre
los cuales estaba el de Prados de la Manresana. En el año 1313,
Sauria de Pinos, tutora de Pedro Galcerán de Pinós, reclamaba la
potestad al rey Jaime II de Aragón. La última noticia de los Pinós
como propietarios la encontramos en el año 1351 cuando Gueraua,
viuda de Eiximèn de Peguera, hace homenaje a Galcerán de Pinós
para la castellanía de la villa de Prats y el castillo de La
Manresana que tenían en feudo. Más tarde, no se sabe cuándo, el
rey recuperaría el dominio del castillo pero no hay ninguna
información de los feudatarios posteriores.
El
resto más destacable del castillo es la imponente Torre del Homenaje
que se ha conservado íntegra y entera. Se alza rodeada por unos
restos, descubiertos no hace mucho, que corresponden a fragmentos de
la muralla, un conjunto de muros de antiguas dependencias anexas a la
torre, y una pequeña edificación cubierta con bóveda de piedra a
sardinel.
La
torre, de unos 21 m de altura, tiene una planta circular de unos 7 m
de diámetro externo, y se dividía en tres compartimentos. El grueso
del muro en la base es de unos 215 cm, pero va perdiendo anchura en
cada piso, por lo que se gana espacio interno. Los dos primeros
compartimentos debieron quedar separados por unos suelos de madera
hechos con vigas y ripias. El tercero, que aún se conserva, está
cubierto por una cúpula de piedra sobre la que se apoya una azotea,
protegido por un antepecho que corona la torre.
El
grueso del muro del primer nivel es de unos 215 cm, el del segundo,
de unos 195 cm y el grosor del tercer nivel es de 160 cm. En
contraposición, los respectivos diámetros internos son de 300, 340
y 410 cm. La puerta de entrada, terminada en un arco de medio punto
adovelado, está abierta al primer piso, a unos 11 m del nivel del
suelo. Salvo la puerta, no hay ninguna otra apertura.
La
cúpula que cubre el nivel 3 está obrada con bloques de piedra sólo
desbastados, colocados en hileras concéntricas que van cerrando la
vuelta. En un lado hay una abertura que permite acceder a la azotea.
El aparato de la torre se ha hecho con sillares bien acabados y
relativamente pulidos, que se disponen en hileras horizontales. El
aparato de los otros restos aparte de la torre está hecho con
sillares bien tallados y ordenados en hileras horizontales.
Según
la estructura del edificio y las características del aparato
constructivo, la torre se dataría a finales del siglo XI o
principios del XII. Los otros restos, murallas y estancias, no se
alejarían cronológicamente mucho de la torre maestra.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
Ricard Ballo (Fotos)
Galería:
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