jueves, 6 de mayo de 2021

Castillo de Montjuic (Barcelona, Barcelona)

 


El Castillo de Montjuic es una antigua fortaleza militar situada en la montaña del mismo nombre en la ciudad de Barcelona, capital provincial de la Comunidad de Cataluña. 

La fortaleza fue una instalación del ejército español, aunque posteriormente fue cedida al ayuntamiento de la ciudad, quien la gestiona actualmente. Históricamente el castillo ha tenido un importante papel en diversos episodios de la historia de la capital catalana. 

La primera construcción que ocupó la cima de esta montaña fue una atalaya destinada a informar mediante señales de la proximidad de barcos que se aproximaran a la ciudad. En 1640, durante la revuelta contra Felipe IV, se realizó la primera fortificación en Montjuic, construida en forma de cuadrilátero de tierra con revestimiento de piedra y barro. Esta fortificación provisional sirvió para rechazar el asalto de las tropas castellanas comandadas por el Marqués de los Vélez el 26 de Enero de 1641. El fortín original se convirtió en castillo en 1674. Su planta ocupaba toda la parte llana de la cumbre, con tres baluartes mirando hacia tierra y una línea de dientes de sierra mirando al mar. La pequeña fortificación precedente quedó como un reducto interior. 

Durante la Guerra de Sucesión la caída del castillo en manos del Duque de Peterborough el 17 de Septiembre de 1705, fue un factor que influyó para que los catalanes se inclinaran por la causa del archiduque Carlos de Austria. Recuperado el 25 de Abril de 1706 por Felipe V, lo perdió de nuevo el 12 de Mayo de ese año, y no volvió a estar en sus manos hasta el 12 de Septiembre de 1714 cuando conforme al artículo quinto de las Capitulaciones que ese mismo día propuso el Duque de Berwik el castillo fue entregado a las tropas borbónicas. 

En 1751 el ingeniero militar Juan Martín Cermeño ordenó destruir el antiguo fortín de 1640 y terminó de dar forma al conjunto de edificaciones, dotándolo de servicios y de cisternas, una de ellas de agua potable, y ordenó la construcción del foso. Entre los años 1779 y 1799 se realizaron diversas obras entre las que destacan las necesarias para instalar en él el doble de hombres, así como la construcción de cocinas para 3000 plazas. El castillo tomó entonces la forma que tiene en la actualidad. Fue dotado de artillería con un número no inferior a los 120 cañones. 

El 29 de febrero de 1808, un cuerpo de las tropas imperiales de Napoleón, comandadas por el coronel Floresti, subió a la montaña de Montjuic para tomar posesión del castillo. Lo consiguió, ya que el capitán general del Principado había recibido órdenes de la propia corte de recibir plácidamente a las tropas francesas. En 1842, durante la regencia del General Espartero, la ciudad de Barcelona fue bombardeada desde este castillo para conseguir así someter una revuelta. En el año 1843 el General Prim ordenó un nuevo bombardeo a la ciudad. A partir de finales del siglo XIX, el castillo albergó a las víctimas tanto de la represión política social como de la lucha obrera. En él fueron encarcelados y torturados los obreros involucrados en la ola de violencia anarquista de la década de 1890, en especial los numerosos detenidos tras el atentado de la Procesión del Corpus. El juicio que siguió a las detenciones, conocido como el Proceso de Montjuic, se hizo famoso por su dureza y las torturas que se realizaron. 

El puente de acceso y la fachada fueron diseñados por Cermeño en 1751 con motivo de las obras de mejora defensivas. El puente de acceso es de estilo neoclásico. Sus dos columnas dan la bienvenida a los visitantes del castillo. En la visita podrás conocer los siguientes elementos de esta fortaleza: 

Los baluartes: El castillo de Montjuïc cuenta con cuatro baluartes, dos de ellos en la fachada principal y los otros dos en el interior. Estas estructuras, que sobresalen de la muralla, servían para proteger la fortificación. 

El patio de armas: En la parte más alta del castillo se encuentra el patio de armas. Alrededor de este, se ubicaban las salas fundamentales para la vida y gestión de la fortificación. 

La terraza y la torre de vigía: Desde el patio de armas llegarás a la terraza. Este es el área más alta del recinto. Desde aquí podrás contemplar una vista panorámica de la ciudad de Barcelona. 

La muralla de mar: Este es un muro de 155 metros de largo que se encuentra orientado al mar. Desde aquí tendrás una impresionante imagen del puerto de Barcelona. 

El foso: Construido también por Cermeño. A día de hoy, es una preciosa zona ajardinada donde se desarrollan muchas actividades. 

El hornabeque y el revellín: Ubicados entre el primer nivel y el segundo recinto se encuentra el hornabeque, un conjunto de elementos defensivos. El revellín es el elemento principal del que forma parte el hornabeque. Este último se encuentra en el centro del foso. 

Las lunetas de mar y de tierra: Eran extensiones del baluarte y servían para reforzar la seguridad del castillo.

Fuentes: Wikipedia
               castillos.net

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