Las Murallas Árabes de Murcia son los restos de la antigua estructura defensiva de la ciudad de Murcia construida durante el reinado del monarca de la Taifa de Murcia, Ibn Mardanis (el "Rey Lobo") en el siglo XII, y que se encuentran esparcidos por el antiguo recinto murado (la "Madinat Mursiya") de la capital de la Región de Murcia.
Croquis del antiguo recinto amurallado de la Madinat Mursiya (Siglo XII)
La
muralla se mantuvo en uso hasta el final del carácter fronterizo del
Reino de Murcia en el año 1488. Posteriormente comenzó una fase de
abandono favorecido por el crecimiento de la ciudad, ya que los
viejos muros pasaron a utilizarse en las nuevas construcciones
edificadas encima, y también se reformaron las puertas que daban
acceso a la vieja Madinat Mursiya, que fueron las últimas
estructuras de la muralla en desaparecer en la segunda mitad del
siglo XIX.
En
la segunda mitad del siglo XX, numerosas excavaciones arqueológicas
sacaron a la luz diversos tramos de las viejas murallas, hoy en día
visitables, ya sea en trozos que se encuentran al aire libre, en
sótanos de algunos edificios, algún aparcamiento subterráneo de la
ciudad, o el que se halla en el Centro de Interpretación de la
Muralla Árabe de Santa Eulalia.
La
primera muralla que defendió a la ciudad fue construida en el siglo
IX, poco después de la fundación de la medina árabe en el año 825
por iniciativa de Abderramán II, aunque algunos autores afirman que
en ese año no se fundó Murcia, sino que se trasladó a ella la
capitalidad de la Cora de Tudmir. Además de repeler invasiones, la
muralla se ideó para defender la ciudad de las periódicas crecidas
del río Segura, pues la ciudad se emplaza en el centro de un valle
aluvial atravesado por dicho río.
La
muralla árabe de la que se conservan más restos hoy dñia es un
sistema defensivo posterior, pues en el siglo XII, Madinat Mursiya
vivió una expansión económica y poblacional de gran importancia
bajo el gobierno del rey taifa Ibn Mardanis (1147-1172). Ante el
aumento de población la ciudad necesitó un nuevo sistema defensivo,
el cual se planteó ambicioso gracias a la riqueza de la ciudad en
ese momento. Además resultaba muy necesaria ante la amenaza
permanente que los almohades suponían para la capital del reino de
Mardanis. Y así, la muralla nueva fue construida con un camino de
ronda exterior, un revellín ( o antemuro) que disponía de salientes
en las zonas donde habñia torres ( que llegaron a superar las 90),
una barbacana y una muralla con elementos paralelepípedos. Los
lienzos del sistema defensivo eran de fábrica de tapial, realizado
a base de argamasa y encofrados, nunca de mampostería.
En
el año 1165, un primer sitio efectuado por los almohades fue
rechazado gracias a las nuevas murallas. En 1171, Ibn Mardanis se
retiró a Murcia ante la fuerte nueva ofensiva almohade que había
liquidado todo su reino, siendo el sitio muy duro, que sólo llegó
el fin del mismo cuando en 1172 murió el monarca, con lo cual su
hijo Hilal se rindió bajo el consejo paterno para continuar como
gobernador de la ciudad según pacto alcanzado con los invasores. De
esta forma el recinto defensivo impidió ser destruido en una posible
toma por la fuerza de la ciudad de Murcia.
Asimismo,
cuando años después entraron por vez primera las tropas cristianas
a la ciudad fue a través de un pacto, el Tratado de Alcaraz del año
1243, por el que el rey taifa Ibn Hud-al Dawla se declaraba vasallo
de Fernando III de Castilla, y la ciudad y su reino se convirtiron en
protectorado de la Corona castellana. También fue a través de una
rendición pactada cuando en 1266, tras la revuelta mudéjar de dos
años antes, Murcia pasó finalmente a control cristiano, entrando el
rey Jaime I de Aragón y sus tropas en nombre de Alfonso X el Sabio a
la Puerta de Santa Eulalia, donde se encuentra hoy el Centro de
Interpretación de la Muralla.
Tras
la conquista castellana, el sistema defensivo árabe se consolida y
se mantuvo en uso al ser el nuevo reino de Murcia cristiano una
tierra de frontera con el Reino de Granada (árabe) y el Reino de
Valencia (aragonés), aparte de un mar Mediterráneo inseguro por la
presencia constante de los corsarios de la Berbería. Al mantenerse
en uso, fue objeto de reparaciones periódicas, como la efectuada en
la monumental Puerta de Santa Eulalia a comienzos del siglo XV,
visitable dentro del mencionado Centro de Interpretación de la
Muralla Árabe.
Los
tramos más importantes recuperados de la muralla son los siguientes:
Centro de Interpretación de la Muralla Árabe de Santa Eulalia: Nuevo espacio expositivo de innovador diseño que recupera el que fuese el antiguo Museo de la Muralla Árabe. En él se muestra una breve introducción a la historia de la Murcia musulmana y la visita de los restos descubiertos en 1963, que consta de unos tramos del sistema de defensa del siglo XII, incluyendo unos de los lienzos conservados de mayor altura de la ciudad.
Muralla de Verónicas: Importante tramo de muralla al aire libre que se encontraba en el interior del antiguo Convento de Verónicas del siglo XVIII, que tras demoler el conjunto a excepción de la iglesia en el año 1985, puso al descubierto uno de los mayores tramos conservados de la ciudad, tanto en altura como en extensión. Consta del revellín, el paso de ronda, la barbacana y la muralla principal con dos torres, una de ellas completa y parcialmente empotrada en la misma iglesia, lo que evidencia la reutilización que sufrió el complejo amurallado.
Cafetería La Muralla: Dentro de ella, situada en los sótanos del tradicional Hotel Rincón de Pepe en la calle Cánovas del Castillo, se conserva uno de los tramos más largos del revellín del siglo XII, donde se aprecian a la perfección los mechinales de que disponía el mismo, que parecen verdaderas saeteras para repeler los ataques enemigos.
Muralla de la Calle Aliaga: Yacimiento al aire libre que deja al descubierto un pequeño tramo del sistema defensivo árabe, concretamente de la cerca principal y paseo de ronda, mostrando la base y primeros metros de lo que fue una torre. Al otro lado se encontraba el arrabal de la Arrixaca, actuales barrios de San Andrés, San Antolín y San Miguel.
Muralla del parking de La Glorieta: En la segunda planta del aparcamiento construido en el subsuelo de esta conocida plaza de la ciudad, se encuentra un tramo de 24 metros de la muralla islámica, compuesto por un bastión o baluarte defensivo de planta rectangular con lienzo de antemuralla a cada lado. Pertenece al sistema del siglo XII, formado por tapial de hormigón de cal y formaba parte del sector meridional de la defensa de la ciudad, el más próximo al río Segura, y que cerca de él se situaba la llamada Puerta del Sol, demolida en el siglo XIX, que daba acceso a uno de los ejes principales de la medina árabe.
Fuentes: Wikipedia
regmurcia.com
Galería:
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