martes, 4 de febrero de 2020

Murallas Árabes de Murcia (Murcia)


Las Murallas Árabes de Murcia son los restos de la antigua estructura defensiva de la ciudad de Murcia construida durante el reinado del monarca de la Taifa de Murcia, Ibn Mardanis (el "Rey Lobo") en el siglo XII, y que se encuentran esparcidos por el antiguo recinto murado (la "Madinat Mursiya") de la capital de la Región de Murcia. 


Croquis del antiguo recinto amurallado de la Madinat Mursiya (Siglo XII)

La muralla se mantuvo en uso hasta el final del carácter fronterizo del Reino de Murcia en el año 1488. Posteriormente comenzó una fase de abandono favorecido por el crecimiento de la ciudad, ya que los viejos muros pasaron a utilizarse en las nuevas construcciones edificadas encima, y también se reformaron las puertas que daban acceso a la vieja Madinat Mursiya, que fueron las últimas estructuras de la muralla en desaparecer en la segunda mitad del siglo XIX. 

En la segunda mitad del siglo XX, numerosas excavaciones arqueológicas sacaron a la luz diversos tramos de las viejas murallas, hoy en día visitables, ya sea en trozos que se encuentran al aire libre, en sótanos de algunos edificios, algún aparcamiento subterráneo de la ciudad, o el que se halla en el Centro de Interpretación de la Muralla Árabe de Santa Eulalia. 

La primera muralla que defendió a la ciudad fue construida en el siglo IX, poco después de la fundación de la medina árabe en el año 825 por iniciativa de Abderramán II, aunque algunos autores afirman que en ese año no se fundó Murcia, sino que se trasladó a ella la capitalidad de la Cora de Tudmir. Además de repeler invasiones, la muralla se ideó para defender la ciudad de las periódicas crecidas del río Segura, pues la ciudad se emplaza en el centro de un valle aluvial atravesado por dicho río. 

La muralla árabe de la que se conservan más restos hoy dñia es un sistema defensivo posterior, pues en el siglo XII, Madinat Mursiya vivió una expansión económica y poblacional de gran importancia bajo el gobierno del rey taifa Ibn Mardanis (1147-1172). Ante el aumento de población la ciudad necesitó un nuevo sistema defensivo, el cual se planteó ambicioso gracias a la riqueza de la ciudad en ese momento. Además resultaba muy necesaria ante la amenaza permanente que los almohades suponían para la capital del reino de Mardanis. Y así, la muralla nueva fue construida con un camino de ronda exterior, un revellín ( o antemuro) que disponía de salientes en las zonas donde habñia torres ( que llegaron a superar las 90), una barbacana y una muralla con elementos paralelepípedos. Los lienzos del sistema defensivo eran de fábrica de tapial, realizado a base de argamasa y encofrados, nunca de mampostería. 

En el año 1165, un primer sitio efectuado por los almohades fue rechazado gracias a las nuevas murallas. En 1171, Ibn Mardanis se retiró a Murcia ante la fuerte nueva ofensiva almohade que había liquidado todo su reino, siendo el sitio muy duro, que sólo llegó el fin del mismo cuando en 1172 murió el monarca, con lo cual su hijo Hilal se rindió bajo el consejo paterno para continuar como gobernador de la ciudad según pacto alcanzado con los invasores. De esta forma el recinto defensivo impidió ser destruido en una posible toma por la fuerza de la ciudad de Murcia. 

Asimismo, cuando años después entraron por vez primera las tropas cristianas a la ciudad fue a través de un pacto, el Tratado de Alcaraz del año 1243, por el que el rey taifa Ibn Hud-al Dawla se declaraba vasallo de Fernando III de Castilla, y la ciudad y su reino se convirtiron en protectorado de la Corona castellana. También fue a través de una rendición pactada cuando en 1266, tras la revuelta mudéjar de dos años antes, Murcia pasó finalmente a control cristiano, entrando el rey Jaime I de Aragón y sus tropas en nombre de Alfonso X el Sabio a la Puerta de Santa Eulalia, donde se encuentra hoy el Centro de Interpretación de la Muralla. 

Tras la conquista castellana, el sistema defensivo árabe se consolida y se mantuvo en uso al ser el nuevo reino de Murcia cristiano una tierra de frontera con el Reino de Granada (árabe) y el Reino de Valencia (aragonés), aparte de un mar Mediterráneo inseguro por la presencia constante de los corsarios de la Berbería. Al mantenerse en uso, fue objeto de reparaciones periódicas, como la efectuada en la monumental Puerta de Santa Eulalia a comienzos del siglo XV, visitable dentro del mencionado Centro de Interpretación de la Muralla Árabe. 

Los tramos más importantes recuperados de la muralla son los siguientes:

Centro de Interpretación de la Muralla Árabe de Santa Eulalia: Nuevo espacio expositivo de innovador diseño que recupera el que fuese el antiguo Museo de la Muralla Árabe. En él se muestra una breve introducción a la historia de la Murcia musulmana y la visita de los restos descubiertos en 1963, que consta de unos tramos del sistema de defensa del siglo XII, incluyendo unos de los lienzos conservados de mayor altura de la ciudad. 

Muralla de Verónicas: Importante tramo de muralla al aire libre que se encontraba en el interior del antiguo Convento de Verónicas del siglo XVIII, que tras demoler el conjunto a excepción de la iglesia en el año 1985, puso al descubierto uno de los mayores tramos conservados de la ciudad, tanto en altura como en extensión. Consta del revellín, el paso de ronda, la barbacana y la muralla principal con dos torres, una de ellas completa y parcialmente empotrada en la misma iglesia, lo que evidencia la reutilización que sufrió el complejo amurallado. 



Cafetería La Muralla: Dentro de ella, situada en los sótanos del tradicional Hotel Rincón de Pepe en la calle Cánovas del Castillo, se conserva uno de los tramos más largos del revellín del siglo XII, donde se aprecian a la perfección los mechinales de que disponía el mismo, que parecen verdaderas saeteras para repeler los ataques enemigos. 


Muralla de la Calle Aliaga: Yacimiento al aire libre que deja al descubierto un pequeño tramo del sistema defensivo árabe, concretamente de la cerca principal y paseo de ronda, mostrando la base y primeros metros de lo que fue una torre. Al otro lado se encontraba el arrabal de la Arrixaca, actuales barrios de San Andrés, San Antolín y San Miguel. 




Muralla del parking de La Glorieta: En la segunda planta del aparcamiento construido en el subsuelo de esta conocida plaza de la ciudad, se encuentra un tramo de 24 metros de la muralla islámica, compuesto por un bastión o baluarte defensivo de planta rectangular con lienzo de antemuralla a cada lado. Pertenece al sistema del siglo XII, formado por tapial de hormigón de cal y formaba parte del sector meridional de la defensa de la ciudad, el más próximo al río Segura, y que cerca de él se situaba la llamada Puerta del Sol, demolida en el siglo XIX, que daba acceso a uno de los ejes principales de la medina árabe.




Fuentes: Wikipedia
                regmurcia.com


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