Junto
al cauce del río Vinalopó en el ángulo noroeste del sistema
defensivo de la ciudad de Elche, en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana), entre la Diagonal Traspalacio y el
conocido Hort del Xocolater, se encuentra el Alcázar de la Senyoria,
también conocido como el Palacio de Altamira.
Su planta es poligonal
irregular con una superficie de 2.200 metros cuadrados defendido por
tres torres circulares que ocupan los extremos principales de la
fortificación, excepto en su flanco sur, donde se yergue la Torre
del Homenaje, de planta rectangular y una altura de 23,70 metros,
divididos en tres alturas.
Las
recientes actuaciones arqueológicas realizadas en el edificio con
motivo de su restauración para convertirlo en la sede y dependencias
del Museo Arqueológico e Historia de Elche (MAHE), han demostrado
que la primera altura de la torre está construida con encofrado de
mortero de cal, tierra y cantos extraidos del cauce del río, de
cronología almorávide-mardanisí (finales del siglo XI-finales del
siglo XII) y contaba junto a ella con un patín o estructura de
planta cuadrada que constituía el soporte para una escalera que
facilitaba el ingreso, en altura, al interior de la torre (López
Seguí, 2004). Las dos alturas superiores están fabricadas en
mampostería con sillería encadenada en las esquinas y rematada con
una corsera ciega presidida por cuatro ladroneras en cada una de sus
caras, que tienen una clara cronología feudal.
Los
intensos trabajos realizados en el año 2.005 para su restauración
revelaron que el alcázar nunca existió en época islámica, sino
que su construcción forma parte de las reformas emprendidas después
de la toma aragonesa de la ciudad entre los años 1.296 y 1.306,
construyendo un gran edificio que sirviera de residencia señorial
permanente, dotada de un foso circundante, valiéndose de las
estructuras existentes de época taifal (siglo XI),
almorávide-mardanisí (siglo XII) y almohade (primera mitad del
siglo XIII),que se encontraban en el extremo noroeste de la muralla
islámica de la ciudad, recreciendo la torre del homenaje y
cerrándolas con los lienzo, la Torre del Duque y los cubos
circulares (López Seguí, 2004).
Además,
las primeras menciones al alcázar que aparecen en la documentación
escrita se producen en el año 1.401, señalándose en 1.472 que las
mejores defensas de la ciudad las formaban “la Calaforra i
l´alcácer” (Ramos Folqués, 1970). Una prueba más de esta
circunstancia es que la puerta de acceso al interior del alcázar ,
con un arco de medio punto de sillería, se encuentra en el frente
levantado en época cristiana, seguramente a finales del siglo XV,
bajo el dominio de Gutierre de Cárdenas (Azuar Ruiz, 1995), ya que
la monumental Puerta del Río, descubierta en las excavaciones y con
una cronología almorávide-mardasaní, sirve de ingreso a la ciudad
desde el cauce pero es colmatada y cerrada a finales de la época
medieval (López Seguí, 2004).
Con
estas reformas, los Cárdenas disponen de un edificio donde reside el
poder señorial hasta el año 1.780, cuando el alcázar es comprado
por el Conde de Altamira, quien adosó al lienzo original una casa
señorial de dos plantas, que actualmente conforma su fachada sur y
que, junto a la Torre del Homenaje, acabó convirtiéndose en las
dependencias de la prisión de la ciudad hasta el año 1.915.
Entonces su uso se multiplica al ser adquirido por un industrial
local, quien construyó una fábrica textil en el Patio de Armas del
alcázar, que funcionó hasta finales de los años 60 del siglo XX.
Tras ser expropiado por el Ayuntamiento, en los años 70 del pasado
siglo se llevó a cabo un primera restauración del edificio,
incluidas las dependencias de la antigua fábrica, que una vez
recuperadas se destinaron a albergar el Museo Arqueológico
Municipal “Alejandro Ramos Folqués”, y desde el año 2.006,
rehabilitado, ampliado y convertido en el actual MAHE, siendo un
punto de referencia monumental y vital imprescindible para la ciudad
de Elche.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de Alicante
Castillos de la Comunidad Valenciana
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