Las Murallas de Zaragoza son el conjunto amurallado romano y medieval que se encuentran situadas en el centro histórico de la ciudad de Zaragoza, capital de la provincia del mismo nombre en la Comunidad de Aragón.
En
la avenida César Augusto, junto al puente de Santiago, pueden verse
los restos consolidados de un lienzo de la Muralla Romana con algunas
torres semicirculares. También puede verse otro lienzo formando
parte de la fachada posterior del monasterio de Comendadoras
Canonesas del Santo Sepulcro. Y en las calles de Alonso V y Asalto
pueden verse algunos tramos de la Muralla Medieval.
La
colonia romana de Caesar Augusta (Zaragoza), cruce estratégico de
caminos, fue fundada por los romanos hacia el año 14 antes de
nuestra era, sobre el antiguo núcleo ibérico de Salduie. Los
primeros pobladores romanos de la ciudad fueron veteranos licenciados
de las legiones IV, VI y X tras su participación en las Guerras
Cántabras. Caesar Augusta fue un importante centro administrativo y
político, cabeza de puente y nudo de comunicaciones en la
confluencia de los ríos Huerva, Gállego y Ebro y en las cercanías
del Jalón.
Tras una franca decadencia en los siglos III y IV
después de Cristo, la ciudad siguió manteniendo con la dominación
visigoda su influencia, siendo un destacado centro episcopal. La
llegada del Islam produjo un nuevo periodo de esplendor materializado
en la Taifa de Saraqusta, reino independiente que en la segunda mitad
del siglo XI llevó la civilización andalusí a una de sus máximas
cotas en filosofía y arquitectura.
Tras la conquista de la
ciudad por Alfonso I el Batallador en el año 1118, se convertiría
en la capital del Reino de Aragón, y fue también la sede en la que
se coronaron los reyes de la Corona de Aragón. Sucesivas
transformaciones en la baja Edad Media y la Edad Moderna tuvieron un
desgraciado final en los Sitios de Zaragoza de 1808, con la práctica
destrucción de la ciudad y la catástrofe demográfica subsiguiente.
Sin embargo, desde la segunda mitad del siglo XIX hasta nuestros
días, Zaragoza ha seguido pujante, siendo en la actualidad una de
las principales ciudades de España en términos demográficos.
Las
Murallas Romanas fueron construidas entre el primer tercio del siglo
I y el siglo II para defender la ciudad, y ampliadas en el siglo III.
Las murallas de la fundación romana encerraron y condicionaron el
trazado urbano durante muchos siglos, pues fueron aprovechadas por
visigodos y musulmanes. Sobre un torreón del ángulo noroeste de la
ciudad romana levantaron los musulmanes el alcázar, La Zuda, símbolo
y sede de poder, del que quedan la torre y restos de muros.
Con
el crecimiento de la ciudad medieval cristiana en los siglos XIII y
XIV, surgen dos barrios o burgos de carácter gremial que rebasan el
perímetro de la ciudad amurallada romana, San Pablo al oeste y La
Magdalena al este. Para defender este último enclave urbano
extramuros se construyó una nueva línea defensiva de la ciudad, en
ladrillo, reforzada además por el curso del río Huerva. Su función
fue puesta a prueba durante los Sitios de Zaragoza del año 1808.
La
dimensión de la Muralla Romana de alabastro y hormigón que rodeaba
la ciudad desde la segunda mitad del siglo III es reflejo de su valor
estratégico: un recinto rectangular de de 44 hectáreas, rodeado por
un perímetro de 2.650 metros de murallas de unos 10 metros de altura
y hasta casi 7 metros de grosor, jalonadas por unas 120 torres
semicirculares dispuestas a intervalos de entre 14 y 16 metros, y con
4 puertas que se abrían en el centro de sus lados.
Se han
conservado dos tramos: el tramo más largo, de unos 80 metros de
longitud, en el extremo noroeste de la ciudad romana, al lado del
torreón de La Zuda, y otro en el lado nordeste, que actualmente
forma parte del Convento del Santo Sepulcro. De la primera fase
constructiva (siglo I), en época inmediatamente posterior a la
fundación de la ciudad, se conservan los restos de “opus
caementicium” adosados a la cara posterior y en la cimentación de
los muros de sillería.
Del siglo III se conservan muros
realizados con una técnica constructiva uniforme: un cuerpo interior
de hormigón romano revestido con sillares al exterior de 7 metros de
espesor, excepto el tramo oriental, que estaría construido en
aparejo de sillares y contaría con 6 metros de grosor.
De la
Muralla Medieval se conservan aún hoy día algunos tramos en las
calles de Alonso V y Asalto.
Las murallas de Zaragoza contaban
con 12 puertas, 4 romanas, 7 medievales y la Puerta del Carmen, de
estilo neoclásico y construida en el año 1789, la única que se
conserva actualmente, aislada en el Paseo María Agustín. Las
murallas romanas son de piedra, y las medievales de ladrillo.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
sipca.com
Ayto. de Zaragoza
garcilanga y miancema (Fotos)
Galería:
Puertas medievales de Zaragoza |
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