El Castillo de Liso, también denominado Castillo de Eliso o Castillo de Eliseo, se encuentra situado junto a la Ermita de San Miguel de Liso, en un agreste y solitario paraje a poco más de 9 km. de la localidad de Fuencalderas en la comarca de las Cinco Villas de la provincia de Zaragoza (Aragón).
Se puede llegar a él desde
la localidad de Fuencalderas siguiendo los carteles que indican cómo
llegar a la Ermita de San Miguel. Unos pocos cientos de metros
después tras dejar el pueblo sale una pista (con indicativo), que
lleva en unos 8 kilómetros a los pies de la Ermita de San Miguel de
Liso y los restos del castillo.
En
el siglo X, dos siglos después de la invasión musulmana de la
península ibérica, el Reino de Pamplona y el Condado de Aragón
eran pequeños territorios amenazados por Al-Andalus. Para defender
sus fronteras con los sarracenos se levantaron numerosas
fortificaciones y reaprovecharon otras de los moros.
En el
siglo siguiente (XI) el reino de Aragón, tras su avance de
reconquista hacia el sur en el último cuarto de siglo, fortificó su
frontera meridional para asegurar el dominio de las tierras ganadas a
los musulmanes. No tardaron en proliferar nuevos castillos y torres
defensivas por toda la zona. Los castillos fronterizos de Aragón
generalmente eran de pequeñas dimensiones, y se construyeron en
puntos estratégicos, defendiendo el acceso a valles, villas, paso de
los ríos y vías de comunicación importantes.
Se limitaban a
un pequeño recinto amurallado del que emergía una esbelta torre,
muy frecuentemente acompañada de su iglesia románica, formando el
tradicional binomio castillo-iglesia tan común en castillos
aragoneses del Alto Aragón. La actual comarca de Cinco Villas de la
provincia de Zaragoza, territorio de frontera entre moros y
cristianos entre los siglos X y entrado el XII, conserva hoy varios
de estos castillos de frontera.
Unos
se encuentran en ruinas, otros han sido transformados, y otros han
desaparecido. Fortificaciones como Biota, Obano, Ballesta, Yecra,
Sos, Uncastillo, Biel, Sibirana, Villaverde o Luesia, entre otros,
formaron parte de la franja fortificada fronteriza o extremadura
aragonesa, con territorios musulmanes de Al-Andalus.
Se sabe
que el Castillo de Liso existía en tiempos de Sancho III el Mayor de
Pamplona, aunque sus primeras referencias documentales datan del año 1041,
durante el reinado de Ramiro I, el primer monarca del Reino de
Aragón. El castillo formó parte de las fortificaciones fronterizas
cristianas, primero de la extramadura de los Arbas de Pamplona, y más
tarde de Aragón desde mediados del siglo XI, con territorios de la
Marca Superior de Al-Andalus.
Fue punto clave en la línea defensiva
fronteriza cristiana, siendo punto de paso entra la plaza fortificada
cristiana de Biel hacia Murillo de Gállego, por San Felices y
Agüero. Se conocen algunos de los tententes que tuvo la fortaleza en
el siglo XI, como Fortún Sánchez, o García Iñíguez.
Del
castillo se conserva en la actualidad un torreón de planta cuadrada
de unos cuatro metros de altura, provisto de aspilleras, adosado a la
ermita románica de San Miguel de Liso, del siglo XII. Se encuentra
en ruinas.
Fuentes: Wikipedia
castillos.net
sipca.com
Galería:
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