La Muralla Púnica de Qart-Hadast se encuentra situada en la ladera sur del Monte de San José en el Centro de Interpretación del mismo nombre en la ciudad departamental de Cartagena en la Comunidad de Murcia.
El Monte de San
José, llamado en la antigüedad Aletes, es una de las cinco colinas que
rodeaban Cartagena. El yacimiento lo podemos fechar en los años
finales del siglo III a. C., coincidiendo con la fundación de la
ciudad (actual Cartagena) por el general cartaginés Asdrúbal, en el
año 229 a.C.
La
muralla se construyó según modelos de fortificación helenísticos,
muy difundidos por todo el Mediterráneo central. Se compone de dos
muros paralelos construidos con grandes bloques de arenisca que, en
algunos lugares, llegan a alcanzar una altura de más de tres
metros.El núcleo urbano de la ciudad de Cartagena estuvo determinado
por el espacio natural entre cinco colinas: Monte San José (Aletes),
Despeñaperros (Hephaistos), Monte Sacro (Kronos), Molinete (Arx
Asdrubalis) y Monte Concepción (Asclepio). Estos cerros a su vez,
unidos por lienzos de muralla, darían a la ciudad ese aspecto de
fortaleza inexpugnable.
La
política expansiva iniciada por la familia dominante (Los Barca) se
basaba tanto en el establecimiento de alianzas con las antiguas
colonias fenicias y las tribus indígenas, como en el sometimiento
por la fuerza de los poblados y territorios ibéricos más reacios,
con instalación de guarniciones púnicas estables en las mismas, y
la fundación de nuevas ciudades que aseguraron puntos estratégicos
en su avance.
Podemos
diferenciar dos fases o estrategias en la conquista. La primera,
dirigida por Amílcar Barca, de rápida expansión por el valle del
Guadalquivir (Turdetania), concluye en el 229 a.C. con la derrota en
una batalla cerca de la actual Elche (Alicante), frente una coalición de
pueblos indígenas a los que intentaba someter. La segunda fase,
comandada por Asdrúbal, viene señalada por las alianzas
diplomáticas como mecanismo de afianzamiento del dominio púnico y
el establecimiento de la capital en Qart-Hadast.
Fue así como logró
el control de un territorio rico en sal y esparto, y epicentro de
importantes explotaciones mineras de plata, de vital importancia para
el mantenimiento de ese ejército de mercenarios. Todo ello supuso,
no obstante, un nuevo elemento de tensión frente a Roma y sus
aliados griegos (Massalia), resuelto momentáneamente mediante la
firma de un tratado que delimitaba el área de influencia en la línea
del río Ebro. En ese proceso, la refundada 'ciudad nueva'
Qart-Hadast, nombre simbólico en relación con la Cartago africana,
se convertirá inmediatamente en la principal metrópolis púnica de
la Península Ibérica y se urbaniza a imagen de la capital africana.
La
consideración de capital púnica del territorio ibérico queda clara
cuando la embajada de protesta romana ante Aníbal se manda a
Qart-Hadast. Una capital estrechamente vinculada al proyecto político
de la familia Barca, a la que muchos autores atribuyen la intención
de crear un auténtico reino helenístico fuera del control de la
vieja oligarquía africana. Los textos mencionan por ejemplo el hecho
de que Asdrúbal ya habría edificado aquí su palacio 'con la
fastuosidad de un rey'. Qart-Hadast también se emplea como 'prisión'
para los rehenes hispanos y 'seguro de garantía de fidelidad' ante
los pueblos indígenas aliados y tributarios de los púnicos.
En
el año 218 a.C., Aníbal, cumpliendo al parecer la promesa hecha a
su padre Amílcar y el marco de esa pugna por la hegemonía comercial
y territorial de esta zona del Mediterráneo, decide enfrentarse a
Roma y sus aliados. Después de atacar Sagunto y no escuchar a la
embajada romana que había acudido a Qart-Hadast, parte atravesando
los Alpes con un importante ejército. Teniendo en cuenta la
importancia del poderío cartaginés en suelo ibérico, Roma enviará
varios ejércitos bajo el mando de los hermanos Eneo y Publio
Cornelio Escipión con el objetivo de cortar los refuerzos y
aprovisionamientos que desde la península se pudieran mandar a
Aníbal. El plan incluía un primer ataque, fracasado, a la propia
Qart- Hadast. Poco después, los generales romanos eran derrotados y
morían a manos de las tropas cartagineses.
Pese
a ello, Roma no cejó en su empeño de cercenar el dominio cartaginés
de Iberia, destinando al joven general Publio Cornelio Escipión,
hijo y sobrino del los anteriores, al frente de un nuevo ejército. Y
otra vez el objetivo de la campaña se centró en el asalto a
Qart-Hadast que ahora sí, tras un ataque sorpresa por mar y tierra,
cayó en manos romanas (209 a.C.). Quedaba así desarticulada buena
parte de la estrategia cartaginesa en Iberia al eliminar el principal
puerto de abastecimiento y contacto con la metrópoli africana y
fuente de ingentes reservas de plata.
A
partir de entonces, el escenario de la contienda se desplazó hacia
los reductos cartagineses establecidos en el valle del Ebro y
Andalucía. En el 205 a.C., cuatro años después de la toma de
Qart-Hadast, Gades (Cádiz), la colonia fenicia más antigua del occidente
mediterráneo, convertida en la última posesión cartaginesa de la
Península Ibérica, se rendía sin lucha al joven Escipión.
Terminaba así un largo episodio de enfrentamientos que marcó
decisivamente el devenir histórico de lo que entonces pasará a ser
la provincia romana de Hispania.
Se
encontró en el yacimiento una doble línea de muralla, separada por
casi seis metros entre ambos lienzos, orientados en dirección
Norte-Sur. El primer lienzo, que constituye la cara externa de la
muralla, tiene en la actualidad una longitud de 15 metros, mientras
que la segunda línea tiene una longitud de 30 metros. En ambos
casos, el tipo de obra empleado en la construcción responde al gran
aparejo cuadrangular, “opus
quadratum”,
realizado con bloques de arenisca de dimensiones comprendidas entre
130-120 centímetros de largo por 60 centímetros de altura, y entre
70-80 centímetros de ancho, conservando en algunos puntos del lienzo
exterior hasta cinco hiladas de bloques con una altura de casi 3,20
metros.
El
espacio comprendido entre los dos lienzos se encuentra dividido por
una serie de muros perpendiculares, levantados con un aparejo mixto
de bloques y piedras, ("opus
africanum")
en una serie de estancias de planta cuadrada. Uno al menos de estos
muros menores perpendiculares está trabado con los lienzos de la
muralla mediante sillares en forma de T, cuyos extremos son comunes
tanto al lienzo longitudinal cuanto al transversal.
Las
tres estancias del interior de la muralla tienen acceso practicable
desde el interior de la ciudad mediante puertas de las que se
conservan los umbrales. Cada uno de estos espacios internos se
subdividen en otros tres, de modo que se accede a la estancia
central, y a su vez, ésta comunica internamente con otras dos,
ubicadas a la derecha e izquierda de la misma. Los accesos de las
tres estancias excavadas son equidistantes entre sí. La
funcionalidad de los espacios interiores de la muralla estaría en
conjunción con el carácter estrictamente defensivo de la
construcción, cobijando grupos de tropa en su interior, necesarios
para su defensa, lo que recuerda el sistema defensivo empleado, por
ejemplo, en Cartago.
La
parte superior de estos espacios se completaba mediante una cubierta
entre los dos lienzos de la muralla, sustentada de forma sólida por
los muros interiores y por gruesas vigas de madera, elemento que está
atestiguado en la excavación. Este sistema de apoyo permitiría
contar con un amplio espacio o plataforma, en un nivel superior,
desde donde se podría ejercer con mayor fluidez el cometido
defensivo.
Fuentes: Wikipedia
castillosregiondemurcia.com
castillos.net
Ayto. de Cartagena (Murcia)
Galería:
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