miércoles, 20 de noviembre de 2019

Castillo de Béjar (Salamanca)


El Castillo de Béjar, llamado también Palacio de los Zúñiga o Palacio Ducal de Béjar, se encuentra en esta población homónima de la provincia de Salamanca (Castilla-León).

Los vetones, pueblo de origen indoeuropeo cuya principal ocupación era la ganadería, fueron unos de los primeros pobladores de estas tierras. Posteriormente llegaron los romanos y dominaron todo el territorio. Béjar se encontraba dentro del trazado de la famosa Calzada de la Plata, vía de comunicación importantísima que unía Mérida con Astorga. 

Durante la época árabe, Béjar constituyó una plaza fuerte muy importante, construyéndose, en el solar que hoy ocupa el Palacio Ducal, una alcazaba y rodeándose toda la ciudad por una muralla, de la que aún se conserva su parte occidental. Reconquistadas definitivamente estas tierras en tiempos de Alfonso VII, Rey de Castilla y Rey de León, el entorno bejarano fue asignado al reino de Castilla, de aquí que la mayor parte de esta comarca fuera repoblada con gentes castellanas. 

Reunificados definitivamente los reinos de Castilla y León, en 1230, en la persona de Fernando 111 el Santo, esta zona siguió los avatares generales de la historia de España. La importancia de la localidad se consolidó con la creación ese mismo año del ducado de Béjar, que disfrutó de un gran prestigio entre la nobleza española de la época. 

El actual castillo palacio de los Duques de Béjar fue construido en el siglo XVI sobre una parte de la antigua alcazaba árabe del siglo XIII. Este castillo palacio, que destaca por la sobriedad de su decoración, posee torreones cilíndricos de refuerzo y otras torres en el antemuro. La primitiva entrada da a poniente y conserva el aspecto de fortaleza, con un antemuro en el que se abre un arco semicircular timbrado con las armas de los duques y sus iniciales F y G, que corresponden a don Francisco de Sotomayor y Zúñiga y doña Guiomar de Mendoza. 

Un enorme cubo desmochado forma el ángulo suroeste, y otros dos, uno redondo y otro poligonal, esquinan la fachada hacia oriente, guarnecidos con azulejos blancos y azules, cornisas y escudos. Dentro se puede de ver el patio, de forma irregular, con galerías de arcos y columnas semijónicas en dos alas y en ambos pisos.

La gran nave meridional, construida hacia el año 1569, ofrece varios órdenes de ventanas bien trazadas, con los escudos ya repetidos y las iniciales señaladas. La sala llamada Verde, por las pinturas murales realizadas en el siglo XVIII por un italiano llamado Ventura Lirios, fue blanqueada. Se encuentra en buen estado de conservación, aunque muy transformado. 

Fuente: Castillos del Olvido

Galería:








No hay comentarios:

Publicar un comentario