El Castillo de Arazuri, del que tan sólo queda en buen estado su antigua torre principal, se encuentra situado en la población homónima de la Comunidad Foral de Navarra.
Tal vez, en un principio, sólo una torre aislada sobre la vega del río Arga, el castillo es uno de los palacios señoriales góticos mejor conservados en nuestro suelo, incluso mejor que el de Artieda, al que tanto se parece.
De las manos de don Lancelot de Navarra, uno de los muchos hijos naturales de Carlos III, que llegó a ser Vicario General de la diócesis de Pamplona y pronotario del Papa Luna (Benedicto XIII), pasó con el tiempo a las manos sacras y más belicosas de los Beaumont. Si en el verano de 1512 sirvió de avanzadilla a las tropas del duque de Alba, meses más tarde alojó al destronado rey don Juan de Labrit, en su primer intento de reconquistar el reino de Navarra.
De planta rectangular, con cuatro torres cuadradas en los ángulos parece el castillo-palacio soñado para cualquier señor de la época. Pero ni los lienzos o paños de muralla, ni las torres defienden ya nada, pues ni tan siquiera este resto que corresponde a su antigua Torre del Homenaje, con sus ladroneras y matacanes en el muro y coronada por un airoso adarve, ya deteriorado, cumple su papel defensivo.
Hoy, muy renovado y habitado de nuevo, ha vuelto a ser, cuando se admira desde lejos, al anochecer o en un día de niebla, el castillo que siempre uno habría soñado tener.
Fuente: castillos.net
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