El Castillo de Alpatró se encuentra localizado frente a la población de Patró, en el Vall de Gallinera, al norte de la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana).
Los
primeros indicios de presencia humana en el Valle de Gallinera se
remontan al Paleolítico medio ( 100.000-50.000 a.C), según los
materiales encontrados en la Cova d´En Pardo. De esta etapa merece
especial atención las muestras de arte rupestre en los abrigos del
valle, declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Ya
en la Edad del Bronce se localizaron restos en el poblado de la Peña
Foradá, con muchas muestras de cerámica que indican que el luigar
ya fue poblado en esta época. Posteriormente, en las alturas del
valle, floreció la cultura ibérica en el poblado de Xarpolar, así
como en otros yacimientos.
Fue
en el siglo X cuando se produce la invasión musulmana del valle,
construyéndose por ellos una serie o red de alquerías, asociadas al
cultivo de la vid y el olivo. Se llegaron a contabilizar una veintena
de alquerías. En los años 40 fue encontrada una lápida sepulcral
árabe en una de ellas, que se conserva en el Museo de Alcoy.
Hasta la conquista
cristiana del territorio, el Valle de Gallinera estuvo dominado por
el caudillo árabe Al-Azraq, cuya residencia se encontraba en Alcalá
de la Jovada. Fue en el año 1.244 cuando los árabes se rindieron,
mediante el Pacto de Pouet, al infante Alfonso de Aragón, hijo de
Jaime I. Mediante el citado pacto algunos de los castillos y
fortalezas árabes pasaron a manos de los cristianos.
Sin
embargo, sobre el año 1.277 se produjeron un par de revueltas de los
moriscos (musulmanes convertidos al Cristianismo) para no cumplir lo
pactado, y tuvo que ser reprimidas por el rey Pedro III, el cual
acabó con ellas, otorgando más tarde, en 1.279, una carta puebla.
Con
la llegada de la nobleza cristiana el Valle de Gallinera pasó a
convertirse en señorío feudal a manos del infante Pere de Aragón,
conde de Ribagorza, siendo los últimos los Sres. De Borja, duques de
Gandía.
En el año 1.609, Felipe III decretó la expulsión de los moriscos.
Todos ellos se refugiaron en el Valle de Laguart y resistieron los
ataques de las tropas cristianas durante tres años, hasta que ya no
pudieron resistir el asedio, siendo vencidos y masacrados. Los
supervivientes del asedio se trasladaron a Denia, donde embarcaron
rumbo a África.
Posteriormente,
el Valle de Gallinera fue repoblado por familias de mallorquines en
número de 78 cabezas de familia, que ocuparon muchas de las
alquerías moriscas, aunque otras, como el caso de Adzubieta,
quedaron definitivamente despobladas.
Se
trata de una construcción tardía, efectuada entrado el siglo XIII
ante la inminente reconquista cristiana para defender el territorio,
junto a otras ya existentes con anterioridad (Benissili, Benirrama,
Azabras y Laguart).
Del
pretérito castillo queda en pie una torre rectangular y algunos
lienzos de la primitiva muralla, adosados al borde del barranco de la
Peña Foradá, todo ello mostrando una fábrica de tapial árabe y
mampostería irregular.
Por
las dimensiones que presentan los restos actuales debió tratarse de
una fortaleza menor en el Valle de Gallinera, más bien dirigida a
las labores de vigía y en menor caso a la de defensa.
Años
atrás se hizo un intento de reconstrucción que no llegó a dar
totalmente sus frutos, por lo que el conjunto se mantiene dentro de
una ruina progresiva. Aun así, los restos muestran una altiva
presencia por lo impresionante de su situación en el valle.
Fuentes: Wikipedia
Castillos de Alicante
Ximo G. Rico (Fotos)
Galería:
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