Los restos de las antiguas Murallas de Soria se encuentran situadas en el casco viejo de la ciudad de Soria, capital provincial de la Comunidad de Castilla-León.
El
momento a partir del cual la ciudad, entonces villa, se fortificó
con la construcción de una muralla se asocia al ataque que sobre
ella descargó Sancho VII el Fuerte de Navarra a comienzos del siglo
XIII. Sancho IV de Castilla a finales de ese siglo decidió construir
el recinto amurallado exterior. Durante la Guerra de la Independencia
el general José Joaquín Durán ordenó su derribo, quedando
demolida a 30 de Diciembre de 1812, corriendo la misma suerte que el
Castillo y llegando hasta nuestros días tan solo algunos tramos.
La
muralla tenía una longitud de 4.100 metros (se dice que las
dimensiones de la muralla de Soria coincidía con las del muro de la
ciudad antigua de Jerusalén) que encerraban una superficie cercana a
las 100 Has. conformando una estructura cuadrangular acoplándose a
la orografía de la zona en la que el collado era la línea central y
el margen derecho del río Duero, el frente del lado este.
Estaba
construida de mampostería excepto refuerzos en esquinas, en los que
usaron sillares. Su trazado, al extenderse el caserío en plena
vaguada, fue siguiendo la línea de cumbres de cerros fronteros, el
Mirón y el Castillo.
Seis
puertas permitían el acceso al interior de Soria, la del Puente en
el río o de Navarra que fue destruida a mediados del siglo XIX; la
de Valobos cerca del cementerio en la zona sur; la de Rabanera al
comienzo de la calle Caballeros y más tardía en ser derribada , en
1887; la del Postigo en la terminación de la calle del Collado, en
el cruce con las calles Puertas de Pro y Claustrilla demolida también
en la segunda mitad del siglo XIX; la del Rosario frente a la iglesia
de Santo Domingo y por último la de Nájera o del Mirón al norte,
en el cruce del Paseo del Mirón con la actual Carretera de Logroño;
al finalizar la calle Alberca se encontraba el Portillo de Santa
Clara, junto al convento del mismo nombre.
Hoy
en día existen dos postigos: el Postiguillo de San Ginés unido a
las ruinas de la ermita con mismo nombre y el Postiguillo de San
Agustín situado igualmente anexo a las ruinas del convento de San
Agustín.
Actualmente
se conservan paños de la muralla medieval en las márgenes del
Duero, longitudinalmente en la Calle Puertas de Pro por las traseras
de los edificios (acceso por Calle Aduana Vieja) y junto al parque de
Santa Clara.
Como
parte del proyecto de puesta en valor de este recinto fortificado que
marcó durante siglos el desarrollo urbanístico de la ciudad y
testigo mudo de muchos acontecimientos históricos locales, existe
señalización específica mediante balizas, señales de dirección y
placas decorativas en el suelo a lo largo de todo lo que fue el
perímetro de la muralla medieval de Soria.
Parte
fundamental de la estructura defensiva de la ciudad era el puente
fortificado sobre el río Duero con su torre a medio tramo eliminada
en mitad del siglo XIX al que hacemos mención especial como
monumento significativo de la ciudad, lo mismo que la fortaleza
edificada en el cerro del Castillo.
Fuente: Castillos del Olvido
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