lunes, 23 de marzo de 2020

Castillo de Hinojosa de la Sierra (Soria)


El Castillo de Hinojosa de la Sierra se encuentra situado en la población del mismo nombre en la provincia de Soria (Castilla-León). 

Elegante villa, señorío histórico de los Mendoza, que cuenta con las ruinas de un castillo del siglo XV, casi un palacio, del que destacan los restos de su recia torre del homenaje. El origen latino del topónimo Hinojosa no hace pensar en la antigüedad del asentamiento de la zona. Sin embargo así lo determinan los yacimientos de industria lítica de superficie y sobre todo el asentamiento estudiado por Blas Tarecena que forma parte de lo que diera a conocer en 1929 como «Cultura de los Castros» de la Primera Edad de Hierro. 

Entre el caserío de Hinojosa de la Sierra destacan los restos del antiguo castillo, hoy en ruinas, que denota que la villa fue de señorío. Ésta, junto a otras localidades próximas, fue donada por doña María de Aragón, esposa del rey Juan II de Castilla, al aposentador  real Rodrigo de Vera. El Concejo de Soria entonces solicitó a la reina que revocase la cesión y comenzó una época de disputas y levantamientos contra el nuevo señor. Finalmente la villa pasó a poder de Rodrigo de Vera que construyó el castillo con la dote de su esposa doña María de Contreras. 

El matrimonio no tuvo descendencia por lo que el señorío recayó finalmente en la sobrina de doña María, que casó en segundas nupcias con don Diego Hurtado de Mendoza, viudo también. Ambos aportaron hijos al matrimonio y se produjo un enlace entre hermanastros, por lo que en el último cuarto del siglo XVI el castillo pertenecía a los Hurtado de Mendoza. Es en este momento cuando se hacen construir otra residencia, el Palacio de los Hurtado de Mendoza, abandonando el castillo y empleando piedras de éste en la nueva construcción. 

Los restos actuales del castillo se localizan en la zona más elevada del pequeño cerro que ocupa la localidad, dominando claramente las tierras circundantes, en la vega del río Duero, elemento que seguramente fuera esencial para la instalación en el lugar de la construcción principal. 

La planta del castillo es rectangular y estaba construido con sillarejo y mampostería reforzada con sillares en las esquinas. Quedan, en la actualidad, restos de un doble recinto amurallado, con forma trapezoidal al exterior, que presentaría torreones circulares en cada una de las esquinas, de los que conserva uno en su ángulo noroeste, confrontando con los restos de otro en el ángulo noreste. 

La torre por su parte dispone de un acceso a ras del suelo hacia el recinto palacioego mediante un arco ligeramente apuntado. En una de sus esquinas nos muestra una hermosa garita, hoy poblada por cigüeñas, y los restos de ménsulas que soportarían matacanes. A lo largo de su cara externa se aprecia, desde el primer piso, un conjunto de aspilleras que zigzaguean a derecha e izquierda, siguiendo el trazado de una escalera en su interior. 

Fuente: Castillos del Olvido

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