El Castillo de Mucientes se encuentra situado en la localidad del mismo nombre de la provincia de Valladolid (Castilla-León).
En
el año 1326, Alfonso XI de Castilla entrega el lugar de Mucientes
«con su castiello» a su mayordomo mayor Alvar Núñez Osorio. El
documento es la primera mención escrita de lo que fue un edificio
modesto, utilizado hasta el siglo XVII como palacio residencial por
los sucesivos condes de Ribadavia, señores de Mucientes.
En el año 1751, el Catastro de Ensenada aporta las medidas de la fortaleza: 60 varas de frente por 220 varas de fondo ( 50 x 185 m.), describiéndolo ya como "un castillo arruinado, con diferentes trozos de murallas en su circunferencia".
En
1823 se autoriza a sacar piedra de dos paredes para "obras de
utilidad común". Un siglo después, en 1932, siguen arrancándose
sillares "para las obras de los lavaderos de la fuente nueva". El
fin estaba próximo: diez años después, la "cantera" se había
agotado.
En
sus, al menos, 400 años de existencia, la fortaleza fue testigo de
visitas reales, de confinamientos, de asaltos… Pero, sin duda, su
momento de mayor esplendor lo alcanza cuando es utilizado como
Palacio Real –y por tanto capital de los reinos de Castilla–
durante la primera semana de julio de 1506. En
aquellos días de ambiciones e intrigas, Felipe I de Castilla "el
Hermoso" intentó –sin éxito– que los procuradores castellanos
inhabilitaran para las labores de gobierno a Juana I de Castilla "la
Loca". Cuentan las Crónicas que «doña Juana estaba sola, en una
sala oscura, sentada en una ventana, vestida de negro y unos
capirotes puestos en la cabeza que le cubrían el rostro».
Durante
la guerra de las Comunidades de Castilla, las tropas de la Junta, al
mando de Padilla, conquistan Mucientes el 5 de febrero de 1521 y
ponen a Juan de Mendoza al frente de la defensa del castillo. Aunque
la Junta de Valladolid ordenó el "derrueque" de la fortaleza, esta
orden no llega a ejecutarse.
En
2006, con motivo de las celebraciones del V Centenario de aquellas
Cortes de Mucientes, el Ayuntamiento protege en su planeamiento
urbanístico el altozano, el foso y sus alrededores para que, en unos
años, se convierta en un gran parque público con los restos
recuperados del castillo como eje central.
La
excavación arqueológica comenzó en el mes de octubre de 2006. Seis
meses después ya habían sido descubierto los arranques de los muros
de las caras norte y este, además de buena parte del pavimento
original del patio de armas y de la torre del homenaje, capiteles y
tambores de columnas, el aljibe, etc.
Fuentes: Castillos del Olvido
edujoser (Fotos)
Galería:
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