Las Murallas de Medinaceli se encuentran situadas en la localidad del mismo nombre en la provincia de Soria (castilla-León).
Las
murallas existían en época romana, reconstruidas y modificadas a lo
largo de los siglos. Abderraman III en el siglo X la hizo
reconstruir, al igual que lo hizo Alfonso I el Batallador al
conquistar la villa en el siglo XII. Varias puertas tenía el recinto
amurallado, de las que se han consevado el arco de triunfo romano y
la puerta hoy conocida como «árabe», si bien sus orígenes son
romanos, al estar atravesada por el Kardo, reformada
durante la ocupación árabe, y alterada en el siglo XIV, cuando se
construyó el arco apuntado.
El
Arco de Medinaceli constituye un ejemplo único de arco de triunfo
romano monumental dentro de Hispania. Su conservación es aceptable
salvo su decoración que es pobre y está muy desgastada debido a la
situación geográfica en la que se encuentra. Se edificó sobre una
colina que dominaba el valle del Jalón, a casi 1200 m. de altura y
en una zona fría, de lluvias, vientos y nevadas lo que provocó el
desgaste de los sillares, las molduras y cornisas. Sus lados norte y
oeste, que dan al pueblo y la montaña están mejor conservados, pero
el sur y el este que dan al valle, están muy desgastados. El
basamento está en peor estado y tiene algunos sillares repuestos.
Su
fábrica es de Opus Quadratum de tamaño variable, colocados a soga y
algunos a tizón. Sobre ellos se labraron todos los elementos
decorativos. El tamaño del conjunto mide 13,20 m. de largo, 2,10 m.
de ancho y 8,10 m. de altura. Fue erigido a finales del siglo I.
Servía, además de su función conmemorativa, de puerta de acceso a
la ciudad. El arco central era paso de carruajes y animales y los
laterales de los peatones.
Su
base está formada por cuatro grandes pilares que se unen mediante
bóvedas formando dos arcos iguales de 1,30 m. de luz compuestos por
siete dovelas iguales. Están coronados por una moldura de remate,
desde ella nace el arco central, convirtiéndolos así en elementos
de sustentación de este.
El
arco central coronado por una moldura similar a la de los elementos
inferiores de coronado por una moldura similar a 1,90 m de luz,
formado por 23 dovelas y dos conjuntos decorativos laterales. Estos
están formados por pilastras estriadas con capitel corintio, un
tímpano y dos basas que descansan sobre la moldura inferior. En los
cuatro vértices de la parte intermedia aparecen otras cuatro
pilastras de dos fachadas, más grandes que las anteriores pero con
el mismo esquema.
Este curioso diseño, donde aparecen unas pilastras
en la parte intermedia que no están en la base, es debido a que la
muralla en la que se abría este arco tenía una altura similar al
primer nivel, con lo que la altura que sobresalía empezaba a la vez
que dichas pilastras.
Fuente: Castillos del Olvido
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