viernes, 27 de marzo de 2020

Atalaya de Liceras (Soria)


La Atalaya de Liceras, también llamada Torre de Liceras, se encuentra situada en el mismo casco urbano de la localidad de Liceras, en la provincia de Soria (Castilla-León). 

Durante el siglo X, el impulso repoblador de los condes castellanos hacia el sur, ocupado por los musulmanes, supuso el establecimiento de una nueva frontera en torno al Duero. La respuesta del Califato será el reforzamiento de los sistemas defensivos mediante la construcción de fortificaciones, adecuándolas a la nueva situación de frontera. Dentro de este dispositivo militar aparecen las atalayas como torres destinadas a la vigilancia de las rutas y enlace entre las fortalezas más importantes. 

Se trata de una gran torre de planta circular, adosada a una de las casas del casco urbano de Liceras. Conserva una altura superior a los 9 m., su diámetro interior es de 3,5 m. y el grosor de sus muros sobrepasa los 1,5 m. Presenta una puerta de acceso a la altura del primer piso situada a 3,6 m. del suelo exterior. Conserva planta baja y dos pisos como indican los mechinales donde irían sujetas las vigas que soportaban los pisos de madera. 

Sus características constructivas la diferencian del resto de las atalayas conservadas. Su aparejo es de piedra arenisca, y su parte inferior principalmente esta realizada mediante hiladas de sillares colocadas a soga y tizón rejuntadas con mortero de cal. Este tipo de aparejo, típicamente musulmán, es muy similar al que encontramos en el Castillo de Gormaz y la torre de Mezquetillas, por nombrar ejemplos cercanos. 

Otro de los elementos claramente islámicos es la puerta de acceso. Es una puerta doble, con arco de herradura al exterior y al interior un arco rebajado mas bajo. El despiece de los arcos y las jambas esta realizado mediante sillares de arenisca bien escuadrados. Este tipo de puerta, únicamente lo encontramos en esta atalaya y en la Torre Melero de Riba de Escalote, constituyendo puntales importantes para demostrar su adscripción islámica. 

Esta torre fue reutilizada como palomar, por lo que en los pisos superiores conserva los huecos para los nidos, realizados mediante la extracción de piedras del paramento original. En la parte inferior de la torre se aprecian reformas posteriores a la edificación, al igual que en la parte superior. No conserva revoco en el interior, y en el exterior exclusivamente en la parte superior, quedando las hiladas de piedra mas grandes totalmente descarnadas las juntas y la piedra muy redondeada por la erosión, al tratarse de arenisca blanda. 

Por su situación en el fondo del valle, no mantiene comunicación visual con ninguna otra torre conservada, siendo su función la de control de pasos. Actualmente está totalmente restaurada y visitable, y en su interior hay una interesante guía musealizada de las atalayas de la provincia.

Fuente: Castillos del Olvido

Galería:









No hay comentarios:

Publicar un comentario